Aunque es la segunda isla con mayor longuitud de litoral después de Tenerife, ocupa el primer lugar en lo que a perímetro de playa se refiere. En total cuenta con un perímetro costero de 326 km, de los cuales 77 corresponden a playas, la mayor parte de ellas cubiertas por grandes extensiones de arena rubia. Con estas características es comprensible que a Fuerteventura se le haya otorgado el apelitvo de la playa de Canarias.
Entre todos los arenales de Maxorata y Jandía (las dos demarciones prehispánicas que dividían la isla) hay una playa que sorprende por un rasgo diferenciador: cuenta con dos orillas. Este fenómeno se origina por la presencia de un banco de arena frente a la línea de costa de la playa de Sotavento, que crea una laguna de cerca de tres kilómetros pero apenas medio metro de profundidad al abrigo de las mareas del Atlántico.
Cinco playas en nueve kilómetros
En toda su extensión Sotavento alcanza los nueve kilómetros y se subdivide en cinco playas, denominadas La Barca, Risco del Paso, Mirador, Mal Nombre y Los Canarios. Este prodigio natural puede contemplarse desde el mirador de Sotavento, que ofrece unas vistas magníficas de esta zona privilegiada del municipio de Pájara.
Aunque en playa de La Barca y Risco del Paso se congreguen muchos bañistas y sea el lugar preferido para quienes practican deportes acuáticos como el windsurf o el kitesurf, Sotavento también ofrece la posibilidad de largos paseos con los pies entre la arena y sus aguas transparentes. Quienes prefieran entornos más solitarios también tiene la opción de acercarse a otros puntos más tranquilos de esta extensa playa.
Mal Nombre y Los Canarios
Con casi un kilómetro de longitud, la playa de Mal Nombre se encuentra alejada de las zonas con mayor afluencia sin renunciar a la fina arena blanca y las aguas turquesas. Además, esta plata ubicada entre Morro Jable y Costa Calma está limitada por los acantilados que la protegen de los fuertes vientos y la convierten en un remanso de paz apartado del bullicio.
Por último la playa de Los Canarios es la opción perfecta para quienes buscan un rincón aún más apartado. Con una extensión de 500 metros del largo y 40 metros de ancho, este recodo se sitúa entre la playa de Sotavento y la playa de Esquinzo Butihondo, y esconsiderada una de las más salvajes de la isla, por lo que es el lugar ideal para encontrar descanso lejos de las masificaciones.