Ecologistas en Acción publica un informe anual desde 2005 sobre las Banderas Negras otorgadas a playas y malas gestiones ambientales de España. En Canarias los bañistas se enfrentan a emisarios de aguas fecales en algunas de las playas más conocidas como la de Las Teresitas de Tenerife o Las Canteras de Gran Canaria.
Entrar al visor del Grafcan —una herramienta del Gobierno regional donde se puede ver información más detallada—, asusta.
Una playa casi idílica
En Lanzarote hay playas que parecen haber salido directas de una postal. Son paradisíacas, de aguas turquesas, arena dorada y ambiente inmejorable, pero lo que esconde el agua pocos lo saben. Playa Blanca es un destino turístico al sur de Lanzarote, está cerca de Papagayo y tiene todo lo que las zonas más turísticas de Canarias pueden ofrecer.
Cuenta con alojamientos cercano, ocio nocturno, zona comercial restauración, un puerto, transporte público que llega sin dificultad a la zona y hasta un centro histórico para los más culturetas —y también— vertidos de aguas fecales, por lo que se ha ganado a pulso, según Ecologístas en Acción, una bandera negra.
Las banderas negras
De las 48 banderas negras otorgadas este año, se identificaron las siguientes razones: 15 por urbanización costera, a veces invadiendo el Dominio Público Marítimo-Terrestre (DMPT); 16 por vertidos, deficiencias en los sistemas de saneamiento y graves problemas de depuración; seis por contaminación química, lumínica y/o acústica; una por daños al patrimonio histórico y cultural en el DMPT; tres por acumulación de basuras marinas; tres por dragados y ampliaciones portuarias sin justificación; y cuatro por afectaciones a la biodiversidad, aunque generalmente este es un daño colateral asociado a otras banderas negras otorgadas.
Además, la última edición del informe, la del 2024, hizo hincapié en los problemas sociales y medioambientales provocados como causa directa de la turistificación y urbanización del litoral en las islas canarias.
El informe
En el informe se incluye Playa Blanca por "vertidos de aguas residuales". En la exposición de motivos advierten de una avería. "El intento de taponar el fluido con sacos de arena no fue efectivo y la escorrentía alcanzó el mar".
Es una pequeña cala urbana, densamente cubierta por hoteles, restaurantes, viviendas vacacionales y discotecas que se distribuyen por la zona. La playa permaneció cerrada desde el sábado 4 de mayo durante 4 días. Mientras se reparaba la avería y el mar neutralizaba el vertido de manera natural, se colocó la bandera roja y se precintó el acceso.
"La ausencia de medidas administrativas con respecto al uso y comercialización de las denominadas toallitas húmedas y similares, o la intervención administrativa sólo cuando surge la contaminación, unido a otros factores como el envejecimiento de las redes de alcantarillado y de los emisarios submarinos, la escasa vigilancia a la que se someten, el insuficiente tratamiento de las aguas vertidas, la elevada densidad de inmuebles destinados a hospedaje y restauración, así como la ausencia de programas de comportamientos cívicos con el planeta, hacen que Lanzarote y La Graciosa cuenten con un litoral y zonas de baños carentes de las garantías necesarias para un sano disfrute", advierten.
Según los activistas entre las soluciones destacan limitar el uso de las toallitas húmedas o iniciar campañas de educación para la población.