¿Quién viene de visita a Canarias y no prueba las papas arrugadas con mojo? Pues Rosalía no se ha quedado atrás. Hoy recordamos el día en que la cantante colgó en su cuenta de Instagram una foto de un plato de papas arrugadas acompañadas con mojo verde y rojo junto a otras imágenes de su gira dando las gracias, entre otros, al público canario por la acogida.
La artista vino el año pasado a Canarias con motivo de su participación en el GranCa Live Fest, y con ese motivo subió (como siempre hace) una publicación en sus redes sociales alabando su experiencia aquí.
Historia de las papas arrugadas
Las papas arrugadas son el plato canario más conocido fuera de las islas, y tradicionalmente se cocinaban con agua de mar. Hoy, se pueden cocinar sencillamente con agua con mucha sal. Se utilizaban las llamadas papas bonitas, una variedad autóctona difícil de encontrar fuera de las islas, por lo que también se pueden sustituir por algún otro tipo si no se tienen.
El truco secreto para unas buenas papas es cocinarlas con sal gorda, para que la papa recoja su esencia pero no la absorba, ya que en ese caso quedarán muy saladas. Cada cocinero tiene su manera de ‘arrugar’ las papas, pero una muy extendida es darle vueltas con una cuchara sin que haya líquido en la olla. Es decir, habiéndole quitado el agua de cocción. Así conseguimos deshidratarlas y hacer que se arruguen.
Maravilla gastronómica de España desde 2016
El concurso "7 Maravillas Gastronómicas de España" fue impulsado por Allianz Global Assistance en 2016 con el apoyo de la Federación Española de Hostelería y la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación. Su objetivo era reconocer el valor artístico, técnico y cultural de la gastronomía española y salvaguardar su metodología culinaria para las generaciones futuras, con la intención de presentar estos platos como candidatos a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
El concurso seleccionó como "maravillas" la paella valenciana, la tortilla de patatas, la quesada pasiega cántabra, los paparajotes murcianos, entre otros. Otros platos finalistas incluyeron el gazpacho andaluz, la fabada asturiana, la ensaimada mallorquina, y el cocido madrileño. El más votado, sin embargo, fueron las papas arrugadas, lo cual pone en valor una gastronomía muy distinta a la que se lleva hoy en día, cuya creatividad nace de la necesidad y del ingenio que obliga a tener unas condiciones de necesidad, y no un laboratorio.