T. Martín no sabe dónde se encuentra su dinero. El banco ING, del que es cliente, tampoco parece poder darle una respuesta clara. Martín realizó tres transferencias bancarias el pasado 27 de junio; no obstante, una de ellas no llegó a su destinatario. Se tratan de 70.386,92 € designados para la compraventa de una vivienda. Tras múltiples llamadas y visitas a la entidad bancaria y no conseguir una respuesta clara sobre qué ha ocurrido con la transferencia, el afectado ha presentado una denuncia.
Los movimientos bancarios los realizó a través de una notaría, quedando reflejados en la escritura. No llevó a cabo una transferencia ordinaria, sino la denominada OMF (Órdenes de Movimiento de Fondos), de manera coloquial transferencia urgente, ya que le urgía que el dinero llegase lo antes posible al receptor. Sin embargo, a una semana de cumplirse un mes desde la transacción, la cantidad no ha sido recibida por el vendedor ni tampoco devuelta a la cuenta de Martín.
Le tienen "mareado"
Al ver que el dinero no llegaba a su destino, Martín se ha puesto en contacto con ING, así como ha acudido a la oficina presencial que se encuentra en Las Palmas de Gran Canaria desde el 29 de junio. Desde la entidad le tienen “mareado” con distintas respuestas. Cuenta que, en primer lugar, le respondieron que la cantidad estaba retenida por el banco del receptor. Dada esta posible situación, tanto él como el destinatario se pusieron en contacto con la otra organización bancaria; sin embargo, les indicaron que no se estaba dando ese caso.
El afectado continuó insistiendo. En estas semanas de incertidumbre, recibió un correo en el que se le pedía que aportara unos datos como motivo de una transferencia internacional por el mismo importe y si había nexo con Cuba. Sorprendido, se puso en contacto con el gestor que le asignaron a su caso desde el departamento de calidad. La persona encargada le aseguró que ese correo no había sido ordenado enviar por su parte.
"Dinero en tierra de nadie"
En las transferencias OMF, el Banco de España es intermediario para esta función, por lo que Martín también se puso en contacto con la organización. Le comunicaron que “son una simple pasarela y si no ven nada extraño, confirman la acción y ya”, ha comentado el perjudicado. Esto fue el 10 de julio, día en el que impuso una queja a través de la entidad bancaria nacional.
Martín siente que “el dinero está en tierra de nadie” y desea que “vaya a donde le toca”. Ante la incertidumbre y “falta de transparencia de ING”, ha puesto una denuncia este 17 de julio, aunque espera que “no tengan que verse en el juzgado”. No ha podido evitar plantearse distintos escenarios, ha manifestado, como la posibilidad de que “alguien se haya apropiado de ese dinero” o que hayan retenido la cantidad “creyendo que se trata de una transferencia internacional, fallo que sería de ellos”.
Sin respuesta de la entidad
Ante la falta de respuesta y “un poco de desesperación”, se propuso ir a la oficina, ubicada en la capital grancanaria, con una pancarta a modo de protesta para reclamar una atención “más transparente”. Martín considera que tanto él como su esposa, compradores de la vivienda, y el receptor, que no ha podido recibir el dinero, son los afectados. Pide que la entidad bancaria se haga cargo de sus posibles errores. En última instancia, esta le ha afirmado que la transferencia había sido movilizada el pasado 19 de julio y sería ejecutada en destino, aún así, el comprador y vendedor siguen esperando.
Según le han informado de manera verbal el día 20, la transferencia pudo haber quedado bloqueada al detectarse el término “varadero”, nombre de la calle donde se ubica la vivienda comprada, y considerando que se trataba de un país externo a la Unión Europea. Sin embargo, Martín no se queda satisfecho con la explicación, ya que el IBAN de ambas cuentas corrientes corresponde a España, así como los titulares.
Atlántico Hoy no ha obtenido respuesta de ING, debido a que los gestores de las oficinas no están autorizados a dar declaraciones. Asimismo, tampoco han aportado un contacto que pudiera ejercer de portavoz y ofrecer la versión de la organización.