Pétalos de piedra en las faldas de El Teide: el sorprendente mirador doble de Tenerife

Además de vistas a la Piedra de La Rosa o Margarita de Piedra, este mirador dividido en dos partes permite divisar la isla de La Palma en días despejados

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El Mirador de Piedra de La Rosa es una de las paradas obligatorias si ascendemos a El Teide por La Orotava./ REDES.
El Mirador de Piedra de La Rosa es una de las paradas obligatorias si ascendemos a El Teide por La Orotava./ REDES.

A veces las ganas por llegar a nuestro destino nos impide detenernos para apreciar el encanto del camino. Es lo que les ocurre a muchos visitantes que se dirigen hacia El Teide por La Orotava y que, concentrados en seguir el ascenso a Las Cañadas, se pierden la belleza que podrían encontrar en el trayecto.

Ya dentro de la Corona Forestal, concretamente en el km 22 de la TF-21, podemos asomarnos a un impresionante mirador doble, es decir, con dos partes diferenciadas, conocido como Piedra de La Rosa o Margarita de Piedra. Con orientación al oeste, la primera parte ofrece vistas privilegiadas al Teide y a La Palma, cuya silueta es posible divisar en días claros.

A escasos metros y separadas por la carretera está la segunda zona, donde se encuentra ubicada la roca que da nombre a este lugar, una peculiar formación volcánica que evoca frágiles pétalos sobre piedra robusta. Lo que muchas personas desconocen es que ambas partes están conectadas por un pequeño túnel subterráneo ubicado al final de unas escaleras.

¿Cómo se formó la Piedra de La Rosa?

Entre pinares y brezos descubrimos esta roca como testimonio de una erupción cuyas coladas de lava al enfriarse formaron esta singular estructura. Ocurre que cuando la lava se está solidificando, su masa se contrae y se agrieta, por lo que al quedar expuestas las rocas a la intemperie tienden a fracturarse y en algunas ocasiones adoptan formas características.

Tanto en el mirador de la Piedra como en el de La Palma podemos encontrar paneles informativos ya que, aunque algunas zonas puedan haber sufrido deterioro, el espacio está habilitado para enriquecer la visita con datos geológicos y botánicos sobre la zona. Sin duda estos dos miradores conectados son la excusa perfecta para parar y llenar los pulmones de aire fresco y ofrecerle un regalo a nuestra vista.  

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