Cerca de medio centenar de personas han denunciado este miércoles en Santa Cruz de Tenerife la desesperada situación que están viviendo unas 3.000 personas que carecen de una vivienda digna en Tenerife. Por ello han reclamado, a las puertas del Instituto Canario de Vivienda (Icavi), que las instituciones avancen en políticas públicas de vivienda para garantizar un domicilio digno a las personas más vulnerables.
Entre el desespero y el enfado, los gritos de “el techo es un derecho” o “vivienda social y no vacacional” resonaban a las puertas del Icavi en la mañana de este miércoles. La manifestación fue convocada por Cáritas, la organización que atiende a las personas sin hogar de la Isla y que abiertamente reclama soluciones habitacionales urgentes para quienes carecen de vivienda.
Una realidad invisible
Personas sin hogar, trabajadores sociales y miembros de Cáritas reclamaban soluciones por parte de las administraciones públicas ante un problema crónico. La manifestación ha tenido como culmen la reunión que desde Cáritas han conseguido con representantes del Gobierno autonómico para destapar la situación de vulnerabilidad que sufre este colectivo.
El verbo es destapar porque en realidad la reunión no se ha basado en las exigencias que se pedían en la calle, sino en hacer ver la realidad de las personas que sufren el sinhogarismo. Por ello, en la reunión han participado personas como Catalina Pereira, quien recientemente ha salido de uno de los centros de acogida gestionados por Cáritas y quien asegura a Efe que "las personas que estamos o hemos estado en la calle no queremos que nos regalen nada, sino que nos permitan acceder a un alquiler básico ajustado a nuestras posibilidades".
Usar las viviendas vacías
Por esta razón y tal y como explica a Atlántico Hoy la coordinadora del departamento de Acción Social de Cáritas en Tenerife, Úrsula Peñate, “hay que generar políticas públicas de vivienda que den acceso real al derecho a una vivienda, desde alquileres sociales a la recuperación de viviendas vacías”, reclama.
Este último punto es relevante ya que se estima que Canarias alberga unos 138.000 inmuebles vacíos. Razón por la que Peñate reclama que se estudien los recursos que actualmente hay en la isla para "ponerlos a disposición, sobre todo con alquileres sociales que garanticen que las personas con pensiones mínimas puedan acceder a estos alquileres".
Día a día
Un reclamo que es de urgencia si se conoce cómo es el día a día de quienes sufren el sinhogarismo. "No poder ducharse, no tener donde calentar comida, no tener dónde descansar adecuadamente, sufrir la inseguridad que te da la calle, no poder generar relaciones sanas en un ambiente de privacidad", explica Peñate sobre cómo es la vida de las personas sin hogar. Además, señala un punto fundamental a estas consecuencias y es que una vida sin una vivienda merma la salud física y mental. "El derecho humano a la vivienda tiene que ser reconocido y tiene que estar implícito", reclama.
Dentro del colectivo las mujeres, además, sufren una doble discriminación. Laura es trabajadora social de Base 25 y experta en género e igualdad, en la convocatoria, explica a este medio que "para las mujeres no tener seguridad significa estar expuestas a violaciones, a acoso sexual a vejaciones. Está expuesta a tener relaciones abusivas de violencia de género y no poder romperla porque hay una dependencia al varón".