Trasladarse a la época de la Regencia inglesa nunca fue tan fácil en Canarias. Entre estilos modernos, simplistas y minimalistas todavía quedan lugares de película capaces de transportarnos a otros períodos de la historia como lo hace la serie de Los Bridgerton, que no se cansa de coleccionar éxito tras éxito en cada una de sus historias.
Netflix conoce a su público, sabe que no hay quien se resista a un personaje del siglo XIX que bebe los vientos por el diamante de la temporada y deja frases tan icónicas como "eres la ruina de mi existencia y el objeto de todos mis deseos". El estilo inconfundible de Julia Quinn para narrar historias de amor es la gasolina de miles de personas que han recibido la tercera entrega de la serie como uno de los grandes eventos cinematográficos del año.
Para los amantes de la época de la Regencia, de la época Victoriana, de los amores prohibidos y de los romances empedernidos hay un lugar en Canarias capaz de dar rienda suelta a la imaginación y transportarnos al mismísimo salón de baile de Los Bridgerton. Ahí, donde sucede la magia al son de Wrecking Ball, How Deep Is Your Love o Give Me Everything de Pitbull versión música clásica y donde cualquier unión parece posible se levanta un palacio de época para la alta sociedad.
Así es el palacio que parece de Los Bridgerton
Imagina bajar unas escaleras centrales adornadas con una magnífica alfombra roja, que anuncien tu nombre y apellidos nobles y todos los invitados del baile se giren para recibirte con cierta expectación. Algo similar podría suceder en el Gabinete Literario, en Gran Canaria, uno de los enclaves más impresionantes de la Isla y seña de identidad de la capital.
De estilo modernista y con toques franceses, el interior y exterior del gabinete representa la sociedad del siglo XIX, cuando Cristóbal del Castillo y Manrique de Lara, Domingo J. Navarro, Juan Evangelista Doreste y Antonio López Botas —cuatro ilustres grancanarios— fundaron la Sociedad.
Un salón de baile de ensueño
Siguiendo con las comparaciones a Los Bridgerton, el Salón Dorado o Salón de baile del Gabinete Literario es una de las estancias más bonitas. Se hizo en 1916 con un diseño decorativo que había presentado Joaquín Prats. Como salón principal, este fue un espacio esencial en la vida de la Sociedad.
En su interior tiene un techo decorado por tres grandes lienzos pintados por el artista Manuel González Méndez de tema mitológico: Apolo, Orfeo y Talía.
Un palacete de película
Este palacio de ensueño ha servido de escenario en varias películas rodadas en la isla de Gran Canaria. En sus inicios, el edificio era un convento, después fue un teatro. Hoy, el valor cultural sigue presente y la peculiaridad del lugar no ha pasado desapercibida en la industria audiovisual, que lo ha convertido en el escenario de más de una decena de largometrajes.
Desde 1982 se han rodado un total de 12 largometrajes y series de alcance nacional e internacional. A partir de 2016 las grandes productoras audiovisuales internacionales decidieron apostar por el destino canario y por el Gabinete Literario. Aliados fue la primera producción de ese año, con Brad Pitt y Marion Cotillard como protagonistas. La película estaba ambientada en el año 1942 en el protectorado francés de Marruecos. La segunda apuesta internacional realizada en el mismo año se tituló Como Reinas. Las actrices Shirley MacLaine, y Jessica Lange fueron las encargadas de darle vida a los personajes de una viuda y su mejor amiga que deciden ir a Gran Canaria para realizar el viaje de sus vidas.
Visita al palacio de Los Bridgerton
El palacio de Los Bridgerton queda lejos de Canarias, pero el Gabinete Literario recibe visitas guiadas por sus salones de época que nada tienen que envidiar a la inglaterra de la ficción.
Los visitantes podrán adentrarse en las inmediaciones del Gabinete de lunes a viernes a las 11:00 horas. La entrada cuesta cinco euros y tres para grupos y residentes. Podrán imaginar en cada estancia las mejores escenas de la serie de Netflix, como cuando Simon le dijo a Daphne "es enloquecedor cómo consumes mi propio ser" y sentirte durante unos minutos la protagonista de esas palabras en mitad del Salón Dorado.