La palabra que se usan en Canarias cuando tienen hambre: es desconocida en el resto de España

Actualmente solo existen registros del uso de este término en Canarias entre toda la comunidad de hispanohablantes

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En Canarias existe un término peculiar para denominar al hambre que no se utilizar en el resto de España./ PIXABAY.
En Canarias existe un término peculiar para denominar al hambre que no se utilizar en el resto de España./ PIXABAY.

Es una sensación que compartimos que compartimos todos los seres vivos, sean cuales sean sus formas de nutrirse. Seguramente por su culpa empezamos los humanos a divagar por el planeta, buscando animales o vegetales que llevarnos a la boca hasta que decidimos asentarnos y empezar a trabajar la tierra. Todo ello con el mismo objetivo, saciar nuestra hambre.

Como en tantos otros lugares, en Canarias se usan múltiples sinónimos para referirse a esta sensación de estómago vacío, desde gazuza hasta hambre, apetito, gusa o apetencia. Como cada cual manda en su hambre, entonces también  puede llamarla como le de le gana. 

Jilorio, alarma de fatiga

Todas estas fórmulas de llamar al hambre son de sobra conocidas y utilizadas por el resto de hispanohablantes pero existe una exclusiva de Canarias que, aunque quizá esté en desuso en las zonas urbanas sigue con arraigo en el vocabulario canario más tradicional. Cada vez que la fatiga amenace tenemos una nueva oportunidad de recuperar esta palabra. No diga tenga hambre, mejor diga tengo jilorio.

Como sinónimo de hambre o desfallecimiento, el jilorio es la antesala de la temida fatiga, otro término muy extendido en Canarias para en referencia más al desamayo por falta de alimento que al mero cansancio. Por eso antes de incurrir en esa peligrosa fatiga lo más recomendable es atender a las señales. Al primer síntoma de jilorio, acuda a su cafetería más cercana. 

Ahílo

En el Diccionario histórico del español de Canarias se define como "ahílo, hambre, desmayo o desfallecimiento por la flaqueza del estómago" y se especifica que proviene de "ahilar, que significa desfallecer por falta de alimento". Efectivamente la segunda acepción del verbo ahílar en el Diccionario de la RAE se refiere a este demayo por falta de alimento. 

Con el paso del tiempo ahilar se transformó con el uso en ajilorio, fórmula que aún se usa aunque en menor medida que la versión jilorio. Con todo, esta palabra aún se utiliza entre muchos hablantes y prueba de ellos es la existencia de restaurantes, cafeterías, guachinches y otros establecimientos en Canarias que eligieron este sugerente nombre comercial para llamar la atención de la clientela.

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