Omayra Viera es canaria (https://www.cuidarlesenfermeriaonline.com/) y trabaja como enfermera escolar en el CEIP Escultor Vicente Ochoa, (Logroño), un colegio que tiene aproximadamente 400 alumnos y es desde hace tres semanas vocal de La Rioja en la Asociación Nacional e Internacional de Enfermería Escolar (AMECE).
Omayra, que es una amante de los “peques”, reivindica con sólidos argumentos la figura de las enfermeras como profesionales fijos en las escuelas. “En La Rioja estamos en 17 colegios. Son los mismos centros los que te contratan porque tienen algún alumno o alumna que necesita cuidados médicos especiales. En Canarias hay un proyecto similar, pero se puede mejorar”, asegura.
Salvar vidas
“En las Islas y en Andalucía se está enseñando en los colegios promoción de la salud. Las enfermeras van a tres o cuatro colegios al día, eso está genial, pero se necesita una enfermera en cada colegio porque ayudan a salvar vidas”, puntualiza la sanitaria.
Canarias cuenta con un proyecto piloto de salud en el ámbito escolar. En la isla de Lanzarote cuenta con el apoyo del Cabildo de Lanzarote y de los ayuntamientos de Tías, Tinajo, San Bartolomé, Yaiza y Haría. En Gran Canaria se desarrolla en las aulas de Agüimes, Gáldar y Santa Brígida y tiene el apoyo del Cabildo de Gran Canaria. “Lo cierto es que hay peticiones de más ayuntamientos, pero se muestran incompetentes en materia de Educación”, explican desde el Colegio de Enfermería de Las Palmas (CELP).
Exclusividad
“La Consejería de Educación del Gobierno de Canarias ya nos ha trasladado su intención de universalizar la persona de la enfermera escolar porque actualmente se trata de una figura itinerante que está asignada a un centro educativo, pero no de forma exclusiva”, indican desde el CELP.
“Es importante que esa persona conozca a los niños y niñas. Eso sí, echamos de menos que la enfermera escolar no esté integrada todavía en la comunidad educativa para poder cumplir con mayor efectividad sus competencias, entre las que destacan la función asistencial a los niños, tanto crónicos como agudos, sino también a los que se pongan malitos o sufran algún accidente escolar”, explica Omayra
Triaje
Otra de las funciones que desarrollan es la educación para la salud con talleres o formación para los profesores, como los alumnos y padres. “Con las enfermeras en los colegios ahorramos costes al sistema sanitario, Yo hago una especie de triaje con el alumnado y eso que tenemos el hándicap de que no podemos acceder a la historia clínica de los niños del colegio porque estamos contratadas por Educación cuando en realidad somos sanitarias”, aclara Omayra.
Según esta enfermera canaria, su trabajo permite la conciliación de los padres y son la figura sanitaria referente en el centro educativo. “Damos cobertura a cualquier emergencia sanitaria que se produzca en el ámbito escolar, tratamos a los niños con atenciones especiales y evitamos el absentismo escolar, por ejemplo, a un niño diabético le hacemos los controles de glucemia y administración de insulina, y en caso de crisis actuamos”.
Enlace
Omayra considera que todavía queda mucho trabajo por hacer. “No hay coordinación específica de la enfermería escolar, es decir, soy un ente en el colegio, yo me integro en la comunidad educativa por mi forma de ser, pero no puedo estar presente en las reuniones del claustro”, añade.
“Entre las propuestas de mejora está el reconocimiento de las competencias profesionales y no sólo de la función asistencial. Además, reivindica su papel como enlace entre las diferentes áreas de salud y Educación. “Tenemos que formar parte de las reuniones y los claustros, con acceso al historial sanitario de cada alumno, de forma que quede reflejado las actuaciones importantes y que puedan ser vistos tanto por sus pediatras, centros de salud o hospitales”, concluye.