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Sociedad

Los ocupantes de la neumática tiroteada cuando salía hacia Canarias tenían heridas de bala

Desde que llegaron al puerto de Arguineguín la noche previa a bordo de la Salvamar Macondo, varios de los 43 ocupantes de esa neumática relataron a los servicios de emergencia que habían sufrido disparos

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Imagen de archivo del rescate de un grupo de personas llegadas en pateras. / EFE

Los migrantes con heridas de arma de fuego, a los que se atendió el 26 de mayo en Gran Canaria después de que los tirotearan en la costa de Bojador (Sahara) mientras embarcaban, presentaban heridas de bala. En un primer momento se habló de que eran perdigones, hipótesis que ha quedado descartada. 

Desde que llegaron al puerto de Arguineguín la noche previa a bordo de la Salvamar Macondo, varios de los 43 ocupantes de esa neumática relataron a los servicios de emergencia que habían sufrido disparos y que dos de sus compañeros habían muerto durante la travesía como consecuencia de los impactos que sufrieron.

Caminando fronteras

Casi 12 horas después, tres supervivientes de esa barca fueron derivados al hospital desde el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de Las Palmas de Gran Canaria con heridas de arma de fuego que habían pasado desapercibidas en el primer cribado sanitario, realizado de noche en el puerto. El Instituto de Medicina Legal de Las Palmas ha examinado las heridas de dos de ellos, una mujer y un hombre, y su dictamen revela que dispararon contra ellos con balas.

La mujer, de hecho, aún tenía alojado el proyectil en un brazo (el impacto le rompió el húmero) y el hombre había recibido un tiro en la espalda que le golpeó en un omóplato sin llegar a atravesarlo. El colectivo Caminando Fronteras ha asegurado en sus redes sociales que tiene testimonios que acreditan que otro ocupante más de esa neumática murió en la costa de partida, al ser alcanzado por los disparos.

Todo lo sucedido –el tiroteo que sufrieron al embarcar, la muerte de los heridos durante la travesía y el hecho de arrojar sus cuerpos al mar– fue presenciado a bordo de la lancha por una niña de siete años que viajaba sola, sin familiares, y para la que ahora se está buscando asistencia psicológica, han indicado fuentes médicas.