Con la entrada del nuevo año resurgen las metas para conseguir cambiar todo lo malo. Pero no siempre es tan sencillo. Sin embargo, ponerse "objetivos ambiciosos" como el del director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, Álvaro Gómez, para 2030 puede marcar la diferencia: reducir a la mitad el número de muertes en carretera.La siniestralidad vial es una pandemia. Eso sí, a diferencia de la de la covid, tiene vacuna: cumplir las normas.
No aceptar lo inevitable: Se pueden evitar las muertes
Para las asociaciones, la pandemia de las muertes en carretera y la de la covid tienen similitudes. "En ambas juega un papel importante la responsabilidad personal para evitar víctimas", asegura a Efe la directora de la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal (Aesleme), Mar Cogollos.Y, al igual que con la covid, los comportamientos inadecuados siguen siendo persistentes en determinadas personas. En las carreteras hay todavía ciudadanos que siguen sin asumir normas tan esenciales como ponerse el cinturón.Respetar las leyes son la vacuna de la pandemia de las muertes en carretera, insiste también la responsable de STOP Accidentes, Ana Novella, para quien no existe aún el suficiente reproche social con los malos comportamientos, como tampoco una conciencia completa sobre el riesgo de la conducción."La vacuna existe desde hace mucho tiempo pero por desgracia no la queremos aplicar y es de sentido común: cumplir las normas", apostilla Cogollos, antes de incidir en que, como en la Covid, hay medidas que las administraciones tardan en poner en marcha y que son eficaces.Habla, por ejemplo, del reciente paquete de medidas que el Gobierno ha aprobado tras varios años de retraso para frenar los siniestros, con más castigo para quien maneje un móvil mientras está al volante (6 puntos en lugar de 3) o la reducción de la velocidad a 30km/h en muchas calles de ciudades.Estrategia Española de Seguridad Vial 2021-2030
El director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, Álvaro Gómez, insiste en que, tal y como consta en la Estrategia Española de Seguridad Vial 2021-2030, la intención es situar la tasa de mortalidad por debajo de 20 personas fallecidas por millón de habitantes en diez años, cifra que en el año 2019 se encontraba en 37.A pesar de que ha calificado esta iniciativa de "ambiciosa", se ha mostrado confiado en que "con el esfuerzo de todos" es posible alcanzarla.
"Debemos conseguir un nivel de seguridad mejor que el que tienen hoy los países más seguros del mundo", ha insistido.
Este programa también recoge proyectos y objetivos como la gestión en seguridad vial, donde se pretende avanzar en liderazgo, en la financiación, optimizando el uso de fondos; o la mejora de buenas prácticas.