El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, ha criticado este martes el hecho de que cuando los menores migrantes no acompañados cumplen 18 años "se los deja en la calle, y esto es un peligro", porque estas personas "no se pueden valer por sí mismas y se quedan en 'stand-by'".
El prelado se ha referido a este asunto durante la presentación de la memoria de Cáritas en Tenerife correspondiente a 2023, en una rueda de prensa en la que ha señalado que en Canarias hay unos 4.800 menores migrantes no acompañados, y "uno de los grandes problemas" es que, cuando lleguen a la mayoría de edad, "se les manda a la calle".
Aprender español
El obispo ha reclamado centros para que puedan aprender español y formarse en diferentes tareas para que puedan tener una ocupación, para lo que ha puesto como ejemplo el que a ese uso se destina una parte de las instalaciones del Seminario Diocesano de Tenerife.
De hecho, el director de Cáritas en Tenerife, Juan Rognoni, ha especificado que el 30% de las personas atendidas por la institución son inmigrantes y de este porcentaje, el 60 por ciento son mujeres, por lo que la entidad ofrece el proyecto "Construyendo comunidad" para fomentar su integración y participación social.
Igualmente, ha indicado, la entidad sigue constatando el aumento de las personas migrantes llegadas a Canarias en situación administrativa irregular, a las que se trata de dar respuesta desde los diferentes proyectos y desde el Programa de Movilidad Humana, que de forma transversal atiende las especificidades de este colectivo.