Loading...

Sociedad

Un nuevo museo en Tenerife donde nada es lo que parece

Este espacio inaugurado recientemente en el centro de Santa Cruz alberga una colección de ilusiones ópticas e instrumentos interactivos para todas las edades

3 minutos

El Cubo Infinito es una de las obras que alberga el Museo de las Ilusiones, en Santa Cruz de Tenerife./ AH.

Vivimos pendientes de nuestros sentidos, con plena confianza en que la realidad es aquello que se presenta ante nuestros ojos. Pero a veces experimentamos fenómenos que desafían nuestra capacidad de percepción a través de ilusiones que desconciertan a nuestra vista, pero también al tacto, olfato, oído e incluso gusto. De pronto el cerebro no entiende qué ocurre, porque la razón no procesa aquello que los sentidos perciben.

Hace menos de un mes abrió en Santa Cruz de Tenerife un nuevo espacio donde nada es lo que parece, todo tiene una segunda mirada y la sorpresa acecha en cada rincón. Es el Museo de las Ilusiones, ubicado en el edificio de la antigua fábrica de tabaco 'La Lucha' de la calle del Pilar, que alberga una colección de juegos ópticos, instrumentos ingeniosos e instalaciones interactivas en donde las normas que gobiernan la luz y la perspectiva se alían para dejarnos boquiabiertos, como en un truco de magia.

Como dice la canción: 'Ya no sé si el mundo está al revés, o soy yo el que está cabeza abajo'./ AH

Se ruega tocar, probar, experimentar y descubrir

 

La experiencia en el Museo de las Ilusiones parte de la premisa contraria a la mayoría de espacios y exposiciones. Aquí es obligatorio probar, experimentar y tocar para descubrir las funciones de cada uno de los ingenios que se despliegan en su exposición. Además las fotos no solo están permitidas, sino que son necesarias en este museo con instalaciones sorprendentes en las que el visitante se convierte en protagonista.

El recorrido comienza con una colección de ilusiones ópticas en un despliegue de obras de arte cambiantes, que se transforman según variables como el punto de vista del espectador, los reflejos, el movimiento o el filtro de luz. En un mismo objeto conviven dos o más interpretaciones. Quizá a primera vista no te sorprenda pero siempre hay algo más que descubrir si sigues las instrucciones de los carteles o de los guías del museo. ¿Ahora sí? ¿Ya lo viste?

En este museo las apariencias engañan, como el lobo que se viste de cordero.

Un salón peculiar y una silla imposible

Si cuando tu casa está desordenada te parece que está del revés, tienes que conocer el salón bocabajo del Museo de las Ilusiones. Esta peculiar habitación, donde arriba es abajo y abajo es arriba, tiene el mobiliario en el techo para crear un efecto fotográfico al voltear la imagen. Párate un momento antes de tirar la foto, piensa en qué posición podrías colocarte para magnificar el efecto de este salón al revés ¿Soñabas con ser Spiderman? Adelante, este es tu momento.

Aún más impresionante es la silla imposible, cuyo secreto podrás descubrir en el museo y para el que necesitarás pulso firme y algo de paciencia. Pero el resultado habla por sí solo. ¿Como es posible que un adulto sea más grande que un niño? ¿Qué tiene esa silla imposible que empequeñece a quienes se suben a ella pero engrandece a los que se colocan a su lado?

Silla imposible, súbete y menguarás./ AH.

Espejito, espejito

Al subir las escaleras nos encontraremos con una sala dedicada a los espejos. Si eres presumido -y si no, también- te encantará ver tu imagen reflejada al infinito en espejos encontrados, o presenciar tu silueta modificada por el efecto de espejos curvos. ¿Quieres saber cómo te ven los demás? En los espejos convencionales vemos nuestra imagen volteada -es decir, la parte derecha del rostro en la izquierda, y viceversa- pero en el "Espejo verdadero" evitarás este efecto. ¿Te reconoces?  

En el centro de la sala, si te sientas junto a un familiar o amigo en la atracción "Intercambio de rostros" podrás componer una cara formada por franjas intercaladas. No te marches sin echar un vistazo al "Caleidoscopio gigante" ni sin pasar por detrás de su pantalla de invisibilidad. Hasta la fecha todos los que han desaparecido han vuelto a aparecer.

Todas las obras merecen una segunda mirada./ AH.

Pintar con colores y 'graffitis' de sombras

Dicen que para pintar hacer falta papel y lápiz pero también puedes dar rienda suelta a tu creatividad con un muro y una linterna, al menos en este Museo. En un pasillo con iluminación especial cuelgan del techo varios bolígrafos de luz que te permiten dibujar en las paredes. Tu obra de arte será fugaz y se irá diluyendo hasta apagarse por completo así que ¡rápido, saca una foto!

Tu propia sombra también puede convertirse en un 'graffiti' efímero sobre esta pared. Solo tienes que colocarte frente al muro en la posición que elijas y pedirle que algún acompañante pulse el interruptor del poste de luz que se sitúa enfrente. Cuando te apartes ¡voilá! tu silueta quedará marcada en la pared. 

Aparte de todos estos juegos, dispositivos e ingenios, en el Museo de las Ilusiones podrás descubrir muchas otras obras e instrumentos sorprendentes donde la luz, el reflejo, el color y la perspectiva son protagonistas. Sin duda un plan diferente, y por supuesto ilusionante, para disfrutar en familia.

Etiquetas: