La Guardia Civil, tal y como adelantó Atlántico Hoy, llevó a cabo durante la madrugada del pasado miércoles una operación contra la trata de seres humanos en Gran Canaria y Lanzarote. Los agentes efectuaron 11 entradas y registros en, al menos, dos zonas de la ciudad de Las Palmas. Una en las inmediaciones de la calle Molino de viento y otra en la zona de Tomás Miller, así como en varios puntos de ambas islas como el sur del Gran Canaria.
La investigación estaba entonces bajo secreto de sumario, pero ahora este ha sido levantado. Atlántico Hoy ha tenido acceso a las diligencias de la Guardia Civil. Se trata de un informe de 451 folios de las que se desprende que se han realizado nueve detenciones en ambas islas, aunque hay más investigados.
Agencias de prostitución
Los detenidos, cuatro hombres y cinco mujeres de nacionalidades española, colombiana y argentina, están acusados de delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal.
Los presuntos hechos delictivos, según refleja el atestado, se realizaban en dos agencias de scorts de Gran Canaria, llamadas Las Rosas (localizada en la calle Tomás Miller de la capital grancanaria) y Blackcherry (situada en el centro comercial San Agustín, en Maspalomas); así como en las agencias llamadas Casa Alicia (Lanzarote) y Las Chicas de Paula, siendo Alicia y Paula los seudónimos de dos de las mujeres detenidas.
Menores y antecedentes
Es reseñable que, durante el registro de Las Rosas, en Tomás Miller, la Guardia Civil encontró una menor de edad siendo víctima de trata. Por otro lado, en lo que refiere a la agencia de Maspalomas (Blackcherry), es reseñable que el atestado policial refleja que el administrador de la sociedad mercantil bajo la que tributaba el negocio tenía ya antecedentes policiales por tráfico de drogas, lesiones, homicidio, falsedad documental, robo con violencia, allanamiento de morada y tráfico de seres humanos con fines de explotación sexual.
Los empresarios al frente de ambas agencias están emprarentados, dado que el dueño de Las Rosas es pareja de la madre del de Blackcherry. Aunque se trata de sociedades diferentes, la Guardia Civil sostiene que las conexiones entre ambas son "irrefutables".