Las lluvias siguen resistiéndosele a Canarias. La borrasca Hipólito pasó un poco desapercibida y esta semana las lloviznas han sido ligeras con un repunte de las temperaturas rozando los 28 grados. Una situación que puede cambiar con la llegada de la borrasca Irene - llamada así por el servicio meteorológico francés - que dejará lluvias tormentosas en las islas con mucho viento y oleaje en los próximos días.
La situación de lluvia, oleaje y fuerte viento detectada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado avisos amarillos y naranjas en varias islas, entre ellas Gran Canaria, La Gomera, El Hierro, La Palma y Tenerife. Por ejemplo, en La Palma se han tenido que cancelar vuelos por rachas de viento de hasta 90 kilómetros por hora, que podrán llegar a superarse en zonas altas del norte de Tenerife.
Llegada de una DANA
La alerta naranja se activa al tratarse de fenómenos meteorológicos no habituales y con cierto grado de peligro, mientras que la amarilla, a pesar de que no existe riesgo como tal, se recomienda extremar precauciones en algunas actividades concretas.
Aunque las alertas finalizarán esta noche del martes, la inestabilidad continuará durante la semana. Las previsiones dadas por la Aemet señalan que las probabilidades de lluvia se concentran sobre todo en el jueves con la llegada de una DANA, la borrasca Irene, que trae lluvias persistentes, mala mar y vientos fuertes, tanto en el Archipiélago como en la Península.
Por lo que, Canarias continúa con ese tiempo loco, del que es mejor no fiarse y llevar en la mochila un paraguas o chubasquero, al menos hasta el fin de semana, momento en el que, según la Aemet, se recuperará un poco de estabilidad.