El nombre guanche de niño prohibido hasta los 70 que hoy es popular en toda España: grande y fuerte

Casi 13.000 personas en todo el país llevan este nombre a pesar de que durante décadas nadie pudo inscribirse oficialmente con él

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A partir de 1975 se flexibilizó la prohibición de inscribir a recién nacidos con nombres que no fueran considerados del santoral católico en lengua castellana./ AH.
A partir de 1975 se flexibilizó la prohibición de inscribir a recién nacidos con nombres que no fueran considerados del santoral católico en lengua castellana./ AH.

Los nombres propios en España son una de las muestras más cotidianas de una riqueza cultural digna de orgullo. Así, a nadie le extraña conocer a una Nagore en Donosti, a un Rodrigo en Burgos, a un Oriol en Girona, a una Macarena en Sevilla. Con todo, son nombres de distribución muy concentrada, de tal manera que son muy frecuentes en un ciudad, provincia o región pero apenas tienen representación en el resto.

En Canarias ocurre lo mismo con los nombres guanches, actualmente populares entre la población pero que, al igual que ocurrió en otras regiones de España, estuvieron vetados en el Franquismo durante décadas. Como ocurre a menudo con las prohibiciones, finalmente se produjo el efecto contrario al deseado hasta el punto que algunos de ellos se han extendido hoy día incluso fuera de las islas.

Uno de estos nombres es Yeray ya que actualmente, según datos del INE, en todo el país hay un total de 12.892 hombres (y 83 mujeres) que portan este nombre pero solo 2.515 de ellos viven en Canarias, por lo que más de 10.000 Yerays residen en la península, lo que lo convierte en el nombre guanche masculino más usado en España.

Del santoral al Registro 

Fue en 1938 cuando las autoridades franquistas decretaron la prohibición de registrar a niños si sus nombres no eran considerados de lengua castellana, con lo que muchos padres y madres, sobre todo en Cataluña y Euskadi, pero también en Canarias, tuvieron que cambiar de idea antes de pasar por el Registro Civil.

A raíz de esta prohibición todo nombre que no procediera del santoral en lengua castellana era considerado un desafía contra la unidad de España. Por tanto, a lo largo de la dictadura, los nombres guanches desaparecieron del ámbito público y quedaron relegados al olvido en todo documento oficial.

Pero a partir de 1975 comenzó a flexibizarse esta norma, de tal manera que los nombres guanches reaparecieron combinados con otros de origen evangélico, razón por la cual empezamos a encontrar nombres compuesto como, por ejemplo, María Dácil o José Acaymo.

'Yerays' peninsulares

Según diversas fuentes, el nombre de Yeray se asocia a calificativos como grande y fuerte lo cual, unido probablemente a su sonoridad y sencillez lo han popularizado en toda España. De hecho en Álava y en Vizcaya lo llevan una de cada mil varones, una cifra considerable si tenemos en cuenta que en Canarias lo llevan poco más de dos de cada mil hombres.

Por otra parte, otro dato curioso es que tan solo en la provincia de Barcelona (1.219) hay más Yerays que en la de Santa Cruz de Tenerife (1.121) aunque porcentualmente sea mucho más relevante respecto en las cuatro islas occidentales que en la provincia catalana. 

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