El Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria está dando mucho de que hablar —y eso que la música acaba de empezar—. Al descontento de algunos vecinos por la nueva ubicación de las carnestolendas se le sumó el caos del tráfico durante la primera jornada de festejos y tan solo tres días después del inicio del programa, el Colegio Tauro amaneció vandalizado.
El pasado sábado 27 de enero se celebraba en el escenario principal de la plaza de Belén María el Trono infantil y después, la tradicional Noche de Carnaval, momento en el que una o varias personas aprovecharon para hacer maldades en los alrededores de la fiesta.
Puertas quemadas
"Recibí una llamada el domingo por la mañana de una vecina que es una antigua profesora del centro. Me llamó porque se encontró las puertas quemadas al levantarse y asomarse a la ventana", relata Yurena Gordillo, directora del centro escolar. "Ella me comentó que había estado en la ventana la noche anterior hasta la 1:30 de la madrugada porque no podía descansar por los ruidos, había bastante gente por la zona" y fue después cuando los malhechores decidieron atacar el colegio.
En las puertas lucía una bonita decoración realizada por el propio alumnado del centro, elementos que quedaron reducidos a la nada después de arder la noche de Carnaval. "Nuestro miedo es que una de las puertas es de madera, fue toda una suerte que no se quemara todo porque podría haber prendido más y ahí sí que es verdad que habría pasado una desgracia", confiesa la directora del Colegio Tauro de La Isleta.
Sin decoración
A partir de ahora, asegura Yurena Gordillo, deberán reservar las manualidades de los pequeños dentro del centro para evitar que tengan el mismo destino que la extinta decoración de Navidad.
"Nosotros siempre solemos decorar para el Carnaval según la temática. Convertimos toda la puerta y decoramos el centro, pero en vista de esto no podemos hacer nada ni podemos mostrar ninguno de los trabajos del alumnado, porque nos da miedo que vuelva a pasar lo mismo y además la fiestas que quedan en estos días son más fuertes que las de la semana pasada", asegura.
Carnaval con respeto
Ahora será el colegio quien deba correr con los gastos de reparación del mobiliario vandalizado y quemado. "El colegio tiene que asumir esos gastos de las puertas y el buzón porque la denuncia está puesta pero no tenemos a quién denunciar ni contra quién ir. Se hace una denuncia por los daños ocasionados pero no hay nadie que se haga responsable de eso. Hemos solicitado la ayuda de nuestro seguro pero no sabemos si nos lo cubre o no, estamos a le espera" explica la directora.
Desde el centro han querido dejar claro que no tienen nada en contra de las carnestolendas. "Nosotros vivimos el Carnaval, siempre hacemos fiestas. Hace años pedíamos permiso en el Ayuntamiento y cerrábamos la calle. Nuestras familias son todas de aquí del barrio y somos los primeros que lo celebramos, pero ese tipo de carnaval no. El carnaval es carnaval en la calle, divertido pero con respeto, con civismo, y los niños mismos no entienden ahora el porqué, quién hizo eso, qué tiene que ver con el Carnaval. Ellos no entienden ese acto vandálico que tiene nuestro cole" lamenta Yurena Gordillo.