No es Agaete: así es el pueblo pesquero más especial de Canarias

Este enclave único en el archipiélago conjuga la tradición pesquera con su auge como destino turístico

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El blanco de las construcciones del Puerto de Mogán contrasta con los detalles coloridos de las fachadas, además de sus característicos puentes sobre los canales
El blanco de las construcciones del Puerto de Mogán contrasta con los detalles coloridos de las fachadas, además de sus característicos puentes sobre los canales

De la misma manera que el océano une a todo el archipiélago, la tradición pesquera es un rasgo identitario que comparten todos los canarios. Siglos atrás ya la practicaban los primeros pobladores de las islas, como demuestran diversos testimonios y hallazgos como anzuelo fabricados a partir de cuernos de cabra. Hoy en día, entre profesionales y aficionados, la pesca sigue siendo una actividad popular y solo es necesario darse un paseo por algún muelle de las islas para comprobarlo. 

Como resultado de estas labores pesqueras la geografía insular está salpicada por pequeños pueblos pesqueros que, con sus emblemáticas construcciones frente al mar y las embarcaciones fondeadas en la orilla, conforman uno de los paisajes más representativos de esta tierra. Pero entre todos estos enclaves pesqueros hay uno que destaca por su arquitectura y vegetación, así como por los canales que recorren sus calles, lo que le convierten en lugar de visita obligada en Gran Canaria.

Un laberinto de casas blancas, buganvillas y canales

Aunque a muchos el Puerto de Mogán les inspire un paisaje de Venecia por los pequeños canales y puentes que se adentran en el entramado de calles, lo cierto es que esta localidad grancanaria tiene un encanto propio y diferenciado de la célebre ciudad italiana. Las casas blancas rematadas con detalles de color en puertas y ventanas conforman un laberinto salpicados por los tonos magente, rojo, púrpura, anaranjado y rosado de las buganvillas que trepan por sus muros. 

Si bien el desarrollo del puerto deportivo, así como los barcos para realizar excursiones turísticas han restado protagonismo a la actividad pesquera, Mogán sigue honrando su tradición desde un pequeño puerto pesquero que abastece de a los bares y restaurantes de su paseo marítimo, donde el paladar puede darse un homenaje como acompañamiento a la bella panorámica que ofrece el municipio. 

Y al lado, la playa 

Justo a continuación de este sorprendente enclave se encuentra la Playa de Mogán, separada del pueblo por uno de sus característicos canales. Aunque es pequeña, esta playa ofrece miles de posibilidades en lo que a deportes náuticos se refiere porque en las inmediaciones se localizan varias empresas que ofrecen actividad como kayak, paddle surf, buceo o el alquiler de barcas a pedales. 

Además de por su oferta de ocio, la playa es idónea para pasar un día en familia por la escollera que protege el litoral y ofrece a los bañistas aguas tranquilas. Por otra parte, si buscamos un entorno más tranquilo, lo encontraremos continuando nuestro paseo hacia una pequeña cala de piedras habilitada para darnos un baño en aguas transparentes donde, asimismo, la afluencia de visitantes suele ser menor.