Ni jamón york ni jamón serrano: los mejores sándwiches de Canarias triunfan por este original sabor

En Canarias no triunfa el de roast beef, tampoco el sándwich mixto tan conocido en España, sino un sabor mucho más único y delicioso a partes iguales

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Imagen de un sándwich con jamón / AH
Imagen de un sándwich con jamón / AH

Hay cocinillas —como los canarios con estrella Michelin— y cocinillas —como los que solo saben hacer un cola cao y un sándwich que a veces sabe a quemado—. 

Los sándwiches tienen el poder de lidiar con los mejores cocineros y con aquellos a los que la cocina se les da regular. Es difícil hacer mal un sándwich, pero también lo es conseguir conquistar los paladares más selectos con algo que, a priori, no tiene encanto por sí solo. El origen del se remonta al siglo XVIII. Las fuentes sitúan su aparición cuando John Montagu, conde de Sándwich ideó sin saberlo ni quererlo un imprescindible para cualquiera en las horas de hambre. El aristócrata inglés era un aficionado a las cartas y se pasaba horas y horas jugando sin parar. Montagu detestaba perder tiempo comiendo y también mancharse las manos de grasa y ensuciar las cartas, por eso cansado de los problemas del primer mundo, pidió que le llevaran sus rodajas de roast beef entre dos rebanadas de pan.

En Canarias no triunfa el de roast beef, tampoco el sándwich mixto tan conocido en España, sino un sabor mucho más único y delicioso a partes iguales. 

Los mejores bocadillos y sándwiches 

En inglés el término sándwich se usa también para bocadillos y eso es lo que triunfa en Canarias. Los bocadillos de pata son los más reclamados y originales de las Islas. La pata de cerdo asada es uno de los referentes dentro de la gastronomía de las Islas y aunque ya se puede encontrar en otros lugares que se han llevado la receta a restaurantes de Barcelona y otras grandes ciudades, los mejores siempre estarán en el Archipiélago. 

Es muy versátil, porque aunque lo mejor es comerlo en bocadillos, también se sirve en un plato con sal, como es tradición en muchos hogares durante la Navidad

¿Cómo se hace la pata asada?

Para preparar una pata asada casera se necesita jamón de cerdo, aceite, ajo, sal, pimienta, orégano, tomillo, romero y guindilla seca, según la receta tradicional. 

Su elaboración comienza dos horas antes de hornearla, porque hay que sacarla de la nevera y dejarla a temperatur ambiente. Luego habrá que estirar su piel y dejar los bordes hacia abajo mientras se le hacen unos cortes en forma de pequeños cuadrados. Despues se embarra l acarne con las especias y si se quiere dorar la piel se le pone manteca en todo su exterior. Después se añade un vaso de agua para que no se seque y quede jugosa y se introduce en el horno precalentado a 200 grados, a una temperatura de 180 durante una hora aproximada. 

Lo ideal es que quede jugosa por dentro y que por fuera la piel se convierta en un churrasco crujiente que se come. 

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