Durante los últimos días resulta complicado vivir en España y no conocer a alguna persona que esté contagiada por Gripe A, COVID-19 o resfriado común. La gran cantidad de casos diagnosticados colapsa los hospitales de gente que necesita una atención médica inmediata u otra que solo requiere de un informe para justificar su baja en la empresa porque no se encuentra en condiciones de ir a trabajar.
La situación hizo que la ministra de Sanidad, Mónica García, dejara en el aire este lunes la posibilidad de que se permitan las autobajas. O, lo que es lo mismo, que el empleado tenga la potestad de quedarse en casa tres días si considera que los síntomas no le permiten desarrollar con normalidad su jornada laboral. Atlántico Hoy ha querido conocer la opinión de empresarios, médicos y sindicatos sobre el tema. Sectores que, desde luego, plantean visiones muy diferentes.
Los empresarios
José Cristóbal García, vicepresidente ejecutivo de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), exclama que el comentario de la ministra es una ocurrencia. “El tema parece que no tiene en principio más recorrido, pero lo que sí es cierto es que a nosotros el autodiagnóstico nos parece una auténtica barbaridad”, apostilla.
Considera que va en contra de la productividad que, dice, ya de por sí es baja. “El nivel de absentismo que estamos soportando en Canarias es de los más elevados de España y que tú te autodiagnostiques una baja ya supera todas las líneas”, subraya. Explica que los tres primeros días se le descuentan al trabajador, pero hay convenios en algunas compañías que los compensan. “Así se incrementan los costes”, afirma.
¿Y las mutuas?
Sostiene que “el tema es muy grave”. “Se están tomando medidas que no apoyan al trabajo ni a la productividad, ni a la creación de empleo, sino que generan problemas”, añade. Detalla que la Atención Primaria en la provincia de Las Palmas tiene unos 800 médicos y hay solo ocho inspectores en el servicio de salud laboral. “¿Así como vas a poder afrontar una situación de absentismo y de control de las bajas?”, se pregunta.
“El Servicio Canario de la Salud tiene que tomar medidas para controlar la incapacidad temporal. Se está disparando de una forma tan brutal que tiene efectos en las empresas y en la sociedad. Hay que caminar en esa dirección. También se podrían utilizar las mutuas para descongestionar que para eso están”, continúa.
"Un agujero importante"
Enrique Hernádez, presidente de la Plataforma de Empresarios de Canarias opina que la situación "se va a convertir en una barra libre para tener bajas de tres días sin control" en un contexto donde se viven "máximos históricos de absentismo laboral".
Además, apunta que va a ser complicado de gestionar porque se necesitan herramientas "para ver si se está cometiendo fraude". Lo argumenta teniendo en cuenta que "un médico es la persona cualificada" para valorar si una persona puede no ir a trabajar. "Va a ser un agujero muy importante y un problema de productividad", sostiene.
El Gobierno
Esther Monzón, consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, se pronunció acerca de la misma cuestión este martes a pregunta de los periodistas durante una rueda de prensa en el Hospital Doctor Negrín. Apuntó que su área no tiene la competencia para decidir sobre las autobajas, sino que está en manos del Ministerio de la Seguridad Social.
“Sí que es verdad”, expuso, “que como una medida de descongestión de la Atención Primaria no lo veríamos mal”. “Ni lo apoyamos ni lo dejamos de apoyar. Si el Ministerio tomase la decisión lo acataremos en todo caso”, apostilló.
Los médicos
Lo que es evidente es la satisfacción que sentirían en la Asociación de Médicos de Atención Primaria en Canarias si las autobajas fueran una realidad ahora mismo. Su portavoz en Gran Canaria, Elena Pérez, asegura que desde hace tiempo piden que este tema se traslade al Ejecutivo central: “Creemos que esta es una medida que puede ayudar bastante a descongestionar los servicios de urgencias y las consultas”.
Expresa que así se evitaría la presencia en los hospitales de personas que “no tienen que ser vistas por un médico por su patología y que no tiene ninguna gravedad” solo para buscar un justificante. “Que no estén ocupando citas ni saturando las urgencias en los centros de salud. Se trata de los autocuidados”, incide.
Menos burocracia
“Esto es solo para patologías leves y autolimitadas que no conllevan ninguna gravedad. Si empiezo con tos, mocos, pero no tengo problemas para respirar ni fiebre alta, a lo mejor sé que tomando Paracetamol y quedándome uno o dos días en casa me recupero”, pone como ejemplo.
“Supone una desburocratización de las consultas. Nosotros queremos ver pacientes cuando haga falta que los vea un médico, aportar valor a las visitas que hacemos. No tiene sentido que estemos haciendo informes de patologías que ya han pasado porque la persona tuvo un catarro hace tres días”, continúa.
La picaresca
Quiere aclarar que no se trata de autodiagnosticarse, sino de saber que no te encuentras bien. “Aquí se habla mucho de la picaresca. Ha existido, existe y seguirá existiendo”, culmina. Quien opina distinto es Rodrigo Martín, presidente del Colegio de Médicos de Santa Cruz de Tenerife porque cree que “sería una medida ideal si todas las personas fueran responsables”.
“Dejar las autobajas al criterio de los ciudadanos para el sistema sanitario supone un ahorro de tiempo, pero la realidad es que respecto a las empresas el sistema funcionaría muy mal. No es la forma ideal a pesar de la sobrecarga que existe”, expresa.
Los sindicatos
Carmen Marrero, secretaria de salud laboral y sostenibilidad de Comisiones Obreras (CCOO) en Canarias, pone sobre la mesa que el Gobierno ha planteado una medida que afecta a los trabajadores “sin contar con los agentes sociales, patronal y sindicatos”. “Nos tendríamos que sentar para, de alguna manera, ver qué soluciones podemos adoptar ante una realidad que es clara y que se está dando en muchísimos centros de salud”, agrega.
Resalta que la clase trabajadora “se va a ver sin una prestación, sin un salario, sin un diagnóstico y sin una prescripción médica que tenga una medicación que pueda paliar esa sintomatología”. “Hay que reforzar los servicios públicos de salud y sobre todo de la Atención Primaria”, manifiesta.
Desprotección
Cree que, en definitiva, “es una situación de mayor desprotección de la persona trabajadora”. Destaca que “mientras duraba la crisis de la pandemia dijimos que íbamos a salir reforzados en muchos aspectos tanto social como laboral, pero ahora que ha pasado nos damos cuenta de que no hemos aprendido”.
Héctor Fajardo, secretario de organización, comunicación y relaciones institucionales de UGT, también atiende a este periódico. Declara que podrían estar dispuestos a valorarlo “si fuera para cuestiones eventuales y de urgente necesidad como la COVID-19 o el repunte que se vive actualmente”.
Aclara que ellos apuestan “por reforzar el sistema sanitario” aportando, por ejemplo, más recursos en facultativos enfermerías y en personal administrativo para gestionar este tipo de necesidades.