Canarias tiene 88 municipios, pero no siempre fue así. Como ocurre con todas las regiones, el paso de la Historia ha ido moldeando las lindes de las localidades canarias, aumentando o disminuyendo su número y denominación. Algunos se unieron para crear municipios más grandes, otros fueron anexionados por los de mayor embergadura.
En los últimos dos siglos, han desaparecido en el Archipiélago un total de 13 municipios, la mayoría engullidos por otros mayores que ellos. En una de estas anexiones se le llegó a poner una pistola sobre la mesa al alcalde para que firmase la incorporación de su territorio a la otra localidad. Este artículo explica, en orden cronológico, las historias de estos lugares.
Expansionismo de La Laguna
Entre 1846 y 1850, San Cristobal de La Laguna llevó a cabo una expansión territorial anexionándose los ya extintos municipios de Valle de Guerra (1846), Punta del Hidalgo (1847) y Tejina (1850). También lo intentó varias veces con Tegueste, pero los teguesteros votaron varias veces en contra de ser absorbidos desde 1853.
Los tres municipios absorbidos conforman, a día de hoy, la comarca Nordeste. Valle de Guerra, situado en el valle de nombre homónimo, tuvo alcalde desde por lo menos el siglo XVII y recibió el reconocimiento de municipio al amparo de la Constitución de Cádiz (La Pepa). Iba desde la costa hasta la cumbre, lindando con El Rosario, Tacoronte, La Laguna y Tegueste. Guamasa, El Ortigal o Cruz Chica estaban dentro del mismo.
Punta del Hidalgo fue poblada desde el inicio del siglo XVI por colonos portugueses y gomeros. Tenía un alcalde pedáneo ya desde el siglo XVII y, al igual que Valle de Guerra, se convirtió en municipio en 1812 con la Constitución de Cádiz. Abarcaba desde el barranco de San Juan y el Lomo de Isogue hasta la cumbre por el oeste; y el barranco de Taborno por el este. Las Carboneras, Chinamada, Bejía y Los Batanes, en Anaga, también eran parte de Punta del Hidalgo.
Tejina tuvo alcalde pedáneo compartido con Tegueste desde 1540, teniéndolo en exclusiva desde el siglo XVII. En 1812 se convirtió en municipio al amparo de la Constitución de Cádiz. En 1847, Punta del Hidalgo fue agregado a Tejina y en 1850 ambos quedaron definitivamente anexionados a La Laguna.
Anexiones de Santa Cruz de Tenerife
Paralelamente a este proceso, en 1850 Santa Cruz de Tenerife se anexionó los municipios anagueses de Valle de San Andrés y Taganana -como dato curioso, este último continúa manteniendo un alcalde honorario-. En Valle de San Andrés fueron nombrados en 1518 los cargos de alcalde y alguacil, dotándolo de cierta independencia administrativa y judicial. Durante el siglo XVIII se llevó a cabo la consolidación del núcleo como entidad de población diferenciada, aunque en 1803 Santa Cruz de Tenerife, que acababa de constituirse como municipio, incluyó los territorios de Valle de San Andrés en su término municipal de manera fraudulenta.
En 1813, también gracias a La Pepa, la localidad consiguió constituirse en municipio independiente. Su jurisdicción abarcaba las tierras comprendidas entre el margen izquierdo del barranco del Bufadero hasta el roque de Antequera, separándose del también municipio de Taganana por la cumbre dorsal de Anaga. En 1850, como no tenía medios económicos suficientes, fue absorbido por la capital.
Taganana, por su parte, se fundó en 1501 a partir de un grupo de colonos procedentes de Lanzarote y Fuerteventura. Contó con parroquia propia desde al menos 1505 y con alcalde y alguacil desde 1518. En 1813, Taganana se constituye¡ó en municipio independiente, pero pidió su agregación a Santa Cruz de Tenerife por no disponer de recursos económicos en 1850. Nueve años más terde, volvió a pedir la restitución de su ayuntamiento, pero se le denegó. Sin embargo, en 1868 se constituyó un ayuntamiento revolucionario que perduraría hasta 1877, año en que quedó definitivamente anexionado a la capital.
Dos municipios extintos en La Gomera
En el mismo año de 1850, en la isla de La Gomera se dieron otras dos anexiones: Vallehermoso absorbió el municipio de Chipude y San Sebastián el de Jerduñe. Chipude ya era independiente en lo eclesiástico desde 1655, cuando fundó su propia jurisdicción religiosa. Con La Pepa se convirtió en un municipio independiente, así como Arure, pero el hecho de que la mayoría de la riqueza agrícola de Chipude estaba en manos de grandes propietarios acomodados de Vallehermoso hizo que estos presionasen para que se incluyese en su término municipal. Cosa que no ocurrió con Arure, que mantiene hasta hoy su independencia.
Puede resultar asombroso que el hoy pequeño poblado de Jerduñe llegase a ser un municipio. En 1836, muchas poblaciones gomeras que habían tenido alcaldes pedáneos anteriormente fueron reconocidas como municipios, pero no fue el caso de Jerduñe, que tuvo que esperar hasta que la Diputación Provincial, en sesión del 27 de abril de 1837, mandase restablecer el ayuntamiento y municipio. Le duró muy poco, pues fue absorbido por la actual capital de la isla apenas 13 años después.
Siglo XX: Los Realejos y Puerto del Rosario
Ahora, toca dar un salto al siglo XX, porque no existen en la historia de Canarias más anexiones del marco histórico de mediados del siglo XIX como las descritas. En la provincia de Santa Cruz de Tenerife, en 1955 hubo dos municipios que desaparecieron como tal porque decidieron fusionarse en uno solo: Realejo Alto y Realejo Bajo se unieron para crear Los Realejos.
En la provincia de Las Palmas, hay más casos curiosos. En 1926, Puerto del Rosario (Fuerteventura) -entonces llamado Puerto Cabras- se anexionó dos municipios: Casillas del Ángel y Tetir. Casillas del Ángel fue fundada en el siglo XVII por la expansión de los cultivos de trigo desde Betancuria, de la cual se segregó como parroquia en 1790. La Constitución de 1812, como en los anteriores casos, le dio el carácter de municipio al pueblo, el cual fue absorbido en 1926 por la capital.
Tetir, por su parte, fue fundado en el siglo XVIII. En el censo que hizo Antonio Riviere en 1741 figura con 60 vecinos, siendo uno de los núcleos más habitados de la isla. Tuvo una parroquia propia a partir de 1778. Cuando La Pepa le dio carácter de municipio, Tetir tenía control municipal sobre Puerto Cabras. Esta localidad se independizó de Tetir y fue ganando importancia hasta conseguir la capitalidad de la isla para luego ser renombrada como Puerto del Rosario. Al final, acabó absorbiendo al municipio del cual se había independizado.
San Lorenzo, Las Palmas y una pistola sobre la mesa
Una de las historias más curiosas de este artículo es, posiblemente, el caso del municipio de San Lorenzo, en Gran Canaria, que fue absorbido por Las Palmas (así se llamaba la capital entonces) después de acabar la Guerra Civil, el 1 de enero de 1940. Según testigos de la época, al alcalde accidental de San Lorenzo -el electo había sido fusilado en la guerra- se le puso una pistola sobre la mesa a la hora de fiirmar la inclusión de su municipio en el de la capital para que le quedase claro el mensaje.
La capital había presionado a San Lorenzo para adherirse a su término municipal durante años, ya que necesitaba expandirse. Desde el mismo año de 1812, Las Palmas había tenido pretensiones sobre el municipio vecino, concertando numerosas reuniones de las que sólo obtuvo en 1821 la cesión de La Isleta y el istmo de Guanarteme . Durante la Guerra Civil, los franquistas fusilaron al alcalde comunista de San Lorenzo, Juan Santana Vega (PCE) y a parte de la corporación municipal. El último alcalde accidental de San Lorenzo, Juan Ramírez, fue obligado a firmar el documento de entrega del municipio y la casi totalidad de la documentación municipal de San Lorenzo se perdió en el momento de la anexión a Las Palmas.
El último municipio en desaparecer como tal en la provinvia oriental fue Femés, en Lanzarote, que se incorporó a Yaiza en 1953. El pueblo fue fundado en sus orígenes como lugar de guarida para los piratas. Femés fue durante muchos años el pueblo más habitado del sur de Lanzarote.