El insomnio, el estrés o la ansiedad, son algunos de los factores que empujan a los profesionales sanitarios a recetar hipnóticos y sedantes. Se trata de un grupo de psicofármacos o depresores del Sistema Nervioso Central con efectos ansiolíticos. Los más comunes son el Lorazepam, Bromazepan o el Diazepam y sirven para tranquilizar, relajar o calmar la exitación nerviosa o provocar sueño. Lo que comúnmente se conoce como pastillas para dormir o para la ansiedad, son este tipo de medicamentos que pueden llegar a causar adicción.
En la última 'Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES), 2022' destaca un dato por encima del resto: las mujeres son las grandes consumidoras de hipnosedantes en Canarias y a nivel nacional.
¿Por qué consumen las mujeres?
Según el estudio la prevalencia de este tipo de sustancias presenta diferencias muy relevantes en función de las variables de sexo y edad mostrando una mayor presencia entre las mujeres y el colectivo de personas de entre 35 y 64 años. El 23,7% de las mujeres de Canarias declaran haber consumido hipnosedantes en el último año, mientras que en el caso de los hombres la cifra se sitúa en un 14%.
Natalia Martínez es médica psiquiatra y asegura que la relación entre mujeres y consumo de hipnosedantes no es casual. "Las mujeres son las que habitualmente más consultan a los médicos de cabecera. Los hombres tienden a acudir menos a las consultas de los médicos de familia. La mujer está más educada en pedir ayuda, en consultar a su médico, en manifestar su malestar. Los hombres socialmente no están tan habituados a eso, por tanto las mujeres en general suelen ser a las que más se les prescribe porque son las que más consultan", explica Martínez.
Además, a nivel estructural son las mujeres las que más carga familiar soportan. "La mujer tiene un doble trabajo, tiene trabajo en la calle,el remunerado, y a parte el trabajo de la casa, el trabajo no remunerado. Las cargas familiares que recaen más sobre la mujer también influyen y eso tiene que ver directamente con aspectos sociales y culturales".
A nivel nacional las cifras confirman los datos de Canarias, que reflejan que un 16,0% de las mujeres y un 10,3% de los hombres tiene acceso a este tipo de pastillas recetadas habitualmente por insomnio y ansiedad.
Una tendencia al alza
En 2022 en Canarias se produce un incremento generalizado del consumo de hipnosedantes y que afecta a todos los colectivos con respecto a 2018. Pero hay algo que destaca a parte del sexo: el aumento de consumo entre los canarios de 35 a 64 años, pasando de un 18,1% en 2018 a un 23,8% en 2022, y el del segmento de mujeres del 18,4% en 2018 al 23,7% en 2022.
La tendencia al alza del consumo de pastillas desde 2018 hasta 2022 tiene una razón. "Todo esto tiene que ver con la pandemia indudablemente. La población ha estado sometida a unos niveles de estrés y de incertidumbre importantes que han aparecido a raíz de la pandemia y esto ha generado un aumento de la pobreza o la inestabilidad laboral para muchas personas, eso a su vez explica que hayan aumentado en general todas las consultas relacionadas con la saludad mental", explica Natalia Martínez.
Los adultos no han sido los únicos que se han sumado al carro de los fármacos en un intento de mejorar la salud mental, también los más jóvenes aparecen reflejados en la encuesta. "Idealmente en menores no deberían prescribirse sedantes hipnóticos, pero sí es verdad que con la pandemia ha habido un aumento de la ansiedad y el estrés, sobre todo en la gente más joven. Ten en cuenta que para la gente en esas franjas de edades entre 15 y 35 años la socialización es fundamental, es importante para el desarrollo de su personalidad y la socialización se cortó con la pandemia. Para mucha gente también hubo un corte en cuanto a las expectativas de futuro, eso lo vemos reflejado en cifras de suicidio, depresión y ansiedad", incide la médico psiquiátrica.
Prevenir el insomnio con higiene del sueño
Hay un concepto casi desconocido de lo que es la higiene del sueño y es que los expertos la señalan como una pata fundamental para poder conciliar el sueño y preparar el cuerpo para irse a la cama. Para ello, Martínez recomienda seguir una rutina diaria.
"La higiene del sueño no es otra cosa que tener habitos de sueño adecuados. Acostarnos a dormir a una hora específica, no cada día en una hora distinta sino tener un hábito regular. Dejar de consultar el móvil dos horas antes de dormir porque la luz blanca de las pantallas provoca insomnio. Se refiere a que comamos la cena cuatro horas antes de dormir; no podemos comer a las ocho y pensar que vamos a dormir a las 10", aclara la experta.
"La higiene del sueño se refiere también a tener una cama adecuada, una temperatura en la habitación adecuada, a cerrar ventanas, tener oscuridad. "Necesitamos una rutina, por ejemplo darnos una ducha, tomarnos una infusión, leer un libro y meternos en la cama. Preparar todo para el dormir, no estar con el móvil hasta las 22:30 estar dando saltos en la casa, cenar a esa misma hora meterte en la cama y pretender estar dormida, el cuerpo necesita una preparación", incide Martínez.
Sin embargo en muchas ocasiones las recomendaciones pasan a un segundo plano porque tal y como añade la psiquiatra "las prisas en el mundo en el que vivimos hacen que se obvien otro tipo de abordajes iniciales antes de pasar a un fármaco".