Canarias continúa siendo el principal punto de entrada por vía marítima de migrantes en España; sin embargo, se ha producido un descenso del 30% de la llegada de migrantes a las costas del archipiélago. A pesar de ello, las peticiones de asilo han aumentado un 17% más que en 2021, convirtiendo a las islas en la quinta comunidad autónoma con mayor número de solicitudes.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha presentado su XXI Informe Anual sobre las personas refugiadas en España y Europa en el Cabildo de Gran Canaria. El coordinador regional de CEAR Canarias, Juan Carlos Lorenzo, ha señalado que 2022 "fue el año del impacto de la geopolítica en la Ruta Canaria" y ha achacado el descenso en llegadas de migrantes a las costas canarias a la mejora de las relaciones entre España y Marruecos, así como los convenios de colaboración firmados con países como Senegal, Mauritania o Níger para el control de fronteras.
Menos llegadas, misma vulnerabilidad
La reducción que se ha ocasionado plantea en cierta medida el pensamiento de un posible cambio en las rutas migratorias. No obstante, desde la comisión exponen que es pronto para saberlo, sobre todo teniendo en cuenta el repunte en las últimas semanas, más propio del último cuatrimestre del año que de estas fechas. Lorenzo ha puntualizado que se ha retomado el uso de embarcaciones más grandes, como las pateras, que parten desde lugares más lejanos al dejar el Sáhara Occidental de ser el punto de partida mayoritario. Ha habido, además, un incremento del número de mujeres migrantes.
El coordinador de CEAR en las islas ha insistido que este descenso no supone una disminución en las situaciones de vulnerabilidad de derechos. Ha advertido que esta bajada de cifras está generando “cierto repliegue” del Plan Canarias y, por tanto, de medios para atender la crisis migratoria. Lamenta, por ejemplo, la inequidad de recursos de las islas no capitalinas como Lanzarote, Fuerteventura o El Hierro. “Se debe mejorar la capacidad de acogida y atención en aquellas islas con medios más residuales”, manifestó Lorenzo.
Más acogida e integración
Desde CEAR, ha llamado a incrementar y mejorar la acogida, protección y garantía de derechos con medidas como un mayor número de plazas en el sistema de acogida y políticas de integración y convivencia. Considera que quedan muchos desafíos pendientes en cuanto a políticas de acogida e inclusión, ya que “de nada vale si no se trabaja desde la inclusión”.
Lorenzo ha comentado, afligido, lo desolador que es seguir hablando de las muertes que se producen en la Ruta. De manera oficial, se han registrado 561 fallecimientos; no obstante, organizaciones como Caminando Fronteras alegan que pueden tratarse de 1.740.
Solicitudes sin resolver
Un total de 6.446 personas solicitaron asilo en Canarias durante 2022, un 17 % más que en 2021. Según la información que maneja la entidad, los países desde donde más piden asilo en las islas son Venezuela, Colombia, Costa de Marfil, República del Congo, Mali y Cuba, aunque no cuentan con “cifras exactas”. Muchas de ellas siguen pendientes de ser resueltas. CEAR constata graves dificultades para el acceso del derecho de asilo en el contexto español.
El acceso a las citas de formalización de las solicitudes de asilo también es conflictivo, por lo que se ha denominado como “un colapso en el sistema". Desde la organización, analizan, asimismo, la existencia de medidas obstaculizadoras que complican cada vez más aspectos “simples” como la emisión de pasaportes o la reunificación familiar. Sin olvidar, aspectos “preocupantes” como las devoluciones “ilegales”, sobre todo en la Frontera Sur, en Melilla, recordando el suceso de 2022.
Falta de solidaridad compartida
Lorenzo ha criticado el Nuevo Pacto Europeo de Migración y Asilo al ser escaso, pues supone un paso atrás al centrarse “en una perspectiva de la securitización y sin garantías de derechos de las personas”. Expuso que existen grandes dificultades con la solidaridad y responsabilidad compartida, dado que existe una diferencia entre el apoyo de los países del sur y la falta de entendimiento de los países del norte.
El coordinador regional ha denunciado, además. la diferencia de trato entre los refugiados de Ucrania y personas de otros orígenes. Este hecho expone, a su juicio, la “hipocresía” por parte de Europa, ya que la rapidez de atención para las personas afectadas por la guerra de Ucrania demuestra que hay medios y herramientas suficientes para gestionar la llegada de refugiados de otros países.
Propuestas para las elecciones
De cara a las próximas elecciones generales el 23 de julio, CEAR ha añadido en su informe un apartado de propuestas a los partidos políticos con la intención de la mejora de la protección internacional en España y el respeto de los derechos humanos de las personas solicitantes de asilo sean una prioridad en sus programas electorales y agenda política. La organización considera necesario un Pacto de Estado.
Entre las medidas propuestas destacan garantizar el acceso al procedimiento de protección internacional y el respeto del principio de no devolución; el tratamiento individualizado de las solicitudes de asilo y la protección de personas en situación de especial vulnerabilidad; la acogida de todas las personas solicitantes sin excepciones por origen; combatir los discursos de odio y discriminación promoviendo la cohesión social; eliminar los obstáculos en el acceso a los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC), y coherencia en las políticas migratorias con los derechos humanos, la cooperación al desarollo, la igualdad de género y la lucha contra el cambio climático.
Asimismo, han agregado propuestas a la presidencia española en el Consejo de la Unión Europea sobre el Nuevo Pacto Europeo de Asilo y Migración. España asumirá dicha presidencia, por lo que opinan que es la oportunidad para avanzar en la construcción de un Sistema Europeo Común de Asilo, sobre todo de cara a fomentar la responsabilidad compartida entre Estados miembros.
"Madurar de golpe"
En la rueda de prensa también ha intervenido el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales; el consejero de Solidaridad Internacional de esta institución, Carmelo Ramírez; así como el joven refugiado maliense Hamed Samoura, que ha contado su periplo desde que huyó de la guerra en su país hasta Canarias.
Samoura ha relatado que dejó Mali con apenas 16 años cuando estudiaba y trabajaba para ayudar a su familia. "Quería dejar atrás la inseguridad y la violencia", ha apostillado. Partió de una patera que salió desde Mauritania y llegó en septiembre de 2020 junto con otras 43 personas, de las que 12 eran menores. "Fue una experiencia muy dura, que me hizo madurar de golpe. Una noche perdimos la ubicación y tuvimos miedo. Pensé que iba a ser mi último día de vida", ha expresado el joven africano, que en este tiempo, y tras conseguir un permiso de trabajo y residencia por cinco años, ha estudiado un ciclo de mecánica y aspira a convertirse "en un buen mecánico".