Las islas canarias son un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza y los entusiastas de la natación. Con su clima cálido durante todo el año y su impresionante belleza natural, estas islas albergan algunas de las mejores piscinas naturales del mundo. Desde las piscinas de lava en Lanzarote hasta las piscinas formadas por rocas volcánicas en Tenerife, cada una de estas piscinas naturales tiene su propio encanto.
Sumergirse en estas aguas cristalinas es como adentrarse en un oasis oculto, rodeado de acantilados, vegetación y la sensación de estar en armonía con la naturaleza. Si buscas una experiencia inolvidable, no puedes dejar de visitar las increíbles piscinas naturales de Canarias.
El Hierro
El Charco Azul es una de esas piscinas naturales que te deja sin aliento, y no por la temperatura del agua, sino por la tonalidad de sus aguas y la forma en sí misma. Se trata de una mexcla entre piscina natural y gruta que recuerda a un lugar paradisiaco y que permite ver el fondo con la misma claridad con la que se mira un espejo.
La Maceta es otra piscina natural famosa del municipio de Frontera en la bahía del Goldo que tiene charcos alrededor y unas vistas increíbles al horizonte. Aunque la marea dificulta muchas veces su acceso, se recomienda visitarla con bajamar para evitar riesgos o sustos innecesarios.
La Palma
Otra piscina natural con el nombre de Charco Azul, esta vez en la isla de La Palma. Cuenta con una gran piscina que permite nadar unos buenos largos, una infantil y un charco conocido por los lugareños como El Charco de las Damas, todo ello en el pueblo de San Andrés y Sauces.
Tenerife
Seguimos con los charcos convertidos en grandes piscinas naturales, esta vez el Charco de la Laja, nacido de la lava volcánica. Está a unos pasos de la calle principal de San Juan de la Rambla. Lo más recomendado, es ir con bajamar para disfrutar de la calma del agua cristalina de la piscina que no te dejará indiferente.
Otra piscina de parada obligatoria es la del Caletón de Garachico, en la boca de un acantilado con unas vistas espectaculares a La Culata y el casco histórico de Garachico.
Gran Canaria
En Santa María de Guía se encuentran las piscinas naturales de Roque Prieto. Son varios charcos con diferente profundidad que te permitirán darte un chapuzón en los días más soleados de este verano al norte de la isla de Gran Canaria.
Lo mismo ocurre con la Furnia, esta sí es una piscina natural. Para acceder hay que bajar uns escaleras pero el camino merece la pena.
Fuerteventura
Aunque en Fuerteventura predominan las playas infinitas de arena blanca y agua turquesa, hay algún que otro rincón que merece ser explorado. Es el caso de Aguas verdes, la zona es un poco complicada por tanto lo mejor es acceder con escarpines.
La recomendación, al igual que en la mayoría de charcos cercanos al mar abierto, es acceder con bajamar y con el mar tranquilo.
Lanzarote
Por último, en Lanzarote Punta Mujeres es la opción menos habitual pero una de las que más sorprenden a los visitantes. El pueblo pesquero próximo a la piscina hace del entorno un lugar especial y en el que pasar las horas con total tranquilidad.