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Sociedad

El mejor saludo de la historia es de origen guanche: no hace falta decir hola o adiós

Este acogedor recibimiento fue referido por el historiador Marín de Cubas y ha perdurado hasta nuestros días como indicio del talante hospitalario aborigen

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Representación de los aborígenes gomeros según el historiador y cartógrafo Leonardo Torriani, que en sus obras recogió varias referencias a los primeros pobladores de Canarias./ AH.

La hospitalidad es un valor universal que se define como la virtud de acoger al extraño, especialmente en los lugares de paso, donde el constante trasiego modela la costumbre de dar a los foráneos un buen recibimiento. Así como la hostilidad entre pueblos deriva en conflictos, los sociedades pacíficas y prósperas practican siempre la hospitalidad hacia los visitantes, especialmente los desvalidos y necesitados.

Este talante acogedor queda cristalizado en saludos y otras expresiones de uso común que perduran en el tiempo. Así, el compendio de lenguas guanches, denominación que comprende los distintos dialectos del bereber canario o tamazight, nos ha legado una frase que al traducirse es toda una declaración de intenciones hacia el recién llegado y, en este sentido, una lección de hospitalidad.

Tamaragua y Sansofi

Aunque a día de hoy, según recoge la Academia Canaria de la Lengua, la palabra tamaragua se conserva tan solo como nombre propio y topónimo, tradicionalmente se considera un saludo equivalente a 'buenos días'. Sin embargo la obra Historia de las siete islas de Canaria, publicada por Tomás Arias Marín de Cubas a finales del siglo XVII se refiere a esta expresión, así como a la respuesta más común a este saludo entre la población aborígen de Gran Canaria:

"...entrando en las casas o cuevas saludan diciendo Tamaragua y respondía Sansofí, que significa 'aquí viene el huésped', 'pues sea bienvenido...'".

A partir de esta referencia, el fundador del Museo Canario, Gregorio Chil y Naranjo, adaptó el término recogido por Marín de Cubas a una escritura más acorde a la pronunciación original y que a día de hoy han adoptado distintas iniciativas, desde festivales a eventos o diversos proyectos culturales

El matiz de Wölfel 

A raíz de las investigaciones del etnólogo e historiador Dominik Josef Wölfel, autor de la obra Monumenta Linguae Canariae, publicada en 1965, las afirmaciones de Marín de Cubas quedaron matizadas. El historiador austriaco especuló con un posible error de Marín de Cubas al confundir los significados de los dos términos del saludo. De esta forma tamaragua se asociaría a una bienvenida a partir de su similitud fonética con la palabra maragá, que también recogió Leonardo Torriani.

En esta línea, Wölfel plantea que la voz sansofí tiene relación con varias palabras que en el bereber significan 'día', si bien reconoce que no existe una traducción inequívoca por las derivaciones que pudo sufrir el término por el uso de los aborígenes canarios y su recopilación por parte de estudiosos como Marín y Cubas.

En cualquier caso, esta fórmula expresa un talante acogedor al considerar al recién llegado como huésped y darle la bienvenida desde el mismo momento del saludo. Además cada vez que se pronuncian estas palabras se rinde un pequeño un homenaje a la cultura aborigen, evitando que caiga en el olvido la hospitalidad de un pueblo portaba maneras de buen anfitrión en sus costumbres.