Entre la Reserva Natural Especial de Los Marteles, en Valsequillo, y también dentro del Paisaje Protegido de Lomo Magullo, en Telde, nos espera uno de los paisajes más impresionantes de Gran Canaria en el que podremos adentrarnos en los caminos por donde discurren las venas hídricas que riegan la isla. Es el barranco de Los Cernícalos, un paraje donde seguir el recorrido de un arroyo que encuentra saltos y cascadas en su discurrir.
Este sendero de dificultad baja tiene una longitud de 7 km con lo que, en el trayecto de ida y vuelta, completaremos una distancia aproximada de 14 km. Sin embargo también podemos decantarnos por una versión más corta ya que el punto más señalado del recorrido, la cascada más representativa, se encuentra a poco más de 3 km del prinicipo del recorrido. Además, está debidamente señalizado para tomar dirección a los distintos caideros de agua que ofrece la ruta.
Aparte del peligro de resbalar por la humedad propia que se concentra en el barranco, la ruta es sencilla y principalmente llana, lo cual también se traduce en un elevado número de visitantes en fines de semana y festivos. Acudir a horas tempranas y con calzado apropiado es, por tanto, la mejor forma de comenzar bien la visita.
Reunión de aves entre los sauces
Con tal disponibilidad de agua, la vegetación en el barranco de Los Cernícales es frondosa y concentra multitud de especies endémica en este paraje donde predomina el sauce canario. Este aula de botánica salvaje concentra otras especies de flora a como retamas blancas, tabaibas o trebolinas, además de los acebuches, con sus troncos anudados de formas sugerentes.
Todo este manto verde es el hábitat predilecto para muchas especies de aves que a menudo viven bajo la amenaza del halcón que gobierna el barranco: el cernícalo. Alpispas, herrerillos, jilgueros, capirotes, canarios, mosquiteros o vencejos pueblan este lugar propicio para encontrar alimentos y agua, conformado un ecosistema lleno de vida.
Cómo llegar
Como punto de partida del sendero nos reuniremos en el área recreativa de Los Arenales, adonde llegaremos en poco más de media hora si partimos desde Las Palmas de Gran Canaria. Si llegamos lo suficientemente pronto o tenemos posibilidad de realizar la ruta entre semana, será más sencillo aparcar en esta zona, cercana al inicio del sendero. Además parte de la experiencia consiste en escuchar el murmullo del agua y los pájaros que, a partir de cierta hora, quedan eclipsados por el trasiego de visitantes.
Aparte del calzado adecuado y ropa de abrigo impermeable, debemos considerar agua y comida para una actividad que, con sus pertinentes paradas, podría durar cerca de tres horas. Considerando este tiempo podremos completar los 14 km de ida y vuelta del sendero. ¡A caminar!