La playa es, con gran diferencia, el destino favorito de ocio para los canarios en los días de verano. Así lo demuestran las aglomeraciones en los puntos de costa frecuentados porque, cuando el termómetro empieza a escalar, no hay quien se resista a un baño refrescante. Sea como fuere, a la hora de buscar un refugio para combatir el calor, no solo de playa vive el canario.
Así como en otros puntos de Canarias -sobre todo en Lanzarote-, César Manrique también dejó su huella en Tenerife y, en este complejo del Puerto de La Cruz, acondicionó un espacio de casi 100.000 metros cuadrados que a principios de este año reabrió tras una profunda reforma de sus instalaciones. Alberga siete piscinas pero la joya de la corona es el gran lago central encuadrado en un entorno de formas sinuosas adaptadas al perfil costero.
La belleza y el valor de este espacio motivó que en 1995 se le concediera la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) en categoría Jardín Histórico a esta singular construcción de ocio adaptada al entorno y donde se combinan los rasgos volcánicos y marítimos que confieren identidad a la isla de Tenerife. Por todos estos reclamos, la prestigiosa revista Forbes ha incluido el Lago Martíánez entre las piscinas más maravillosas de España.
Obra del más importante artista
Las etiquetas no se adaptan bien a este complejo de ocio ya que, al mismo tiempo, podría considerarse un parque acuático y también un museo al aire libre por las esculturas de reconocidos artistas que alberga. Los orígenes de este singular espacio se remontan a los años 60 con las piscinas de San Telmo pero fue en la década de los 70 cuando bajo el criterio de César Manrique se creó el lago artificial, varias piscinas y los jardines.
El artista canario aprovechó los charcos y la playa existentes en los Llanos de Martiánez, así como las propias características del terreno para crear algo diferente, bonito y atractivo para aquellos turistas que ya llegaban a Canarias. Como en otras obras de Manrique predomina el juego entre oscuros tonos de roca volcánica y el blanco de las construcciones que, además, aportan una tonalidad turquesa del agua de las piscinas. Por todo el espacio se distribuyen distintas esculturas de distintos tamaños y sugerentes figuran que resaltan entre la flora autóctona y con el Atlántico de fondo.
Además de la reforma finalizada recientemente, entre 2004 y 2006 se llevaron a cabo modificaciones en la iluminación de las veredas y las piscinas, bajo la supervisión de la Fundación César Manrique. La modernización y ampliación del complejo implicó asimismo el traslada el Casino de Puerto de la Cruz, que había estado hasta entonces en un hotel de la ciudad.
Horario y cuánto cuesta
Desde el 1 de julio hasta el 30 de septiembre el horario de apertura del Lago Martiánez es de 10 a 19 horas, si bien durante el resto del año cierra a las 18 horas. El precio para adultos residentes es de 3 euros mientras que los niños menores de 10 años pagarán solo 1,50 euros. En el precio de la entrada incluye la tumbona pero la sombrilla tiene un coste adicional de 2,50 euros mientras que para el jacuzzi tiene un precio de 3 euros.
Para los no residentes la entrada general cuesta 5,50 mientras que lo niños pagan 2,50 euros. En cualquier caso existe una gran cantidad de abonos disponibles que contemplan 15 o 30 entradas para quienes tengan planeado acudir con frecuencia a refrescarse en este lugar único.