En el camino hacia la producción industrial los matices se van perdiendo hasta desfigurar la esencia del resultado final. Todo tiende a estandarizarse en procesos mecanizados donde manda la reducción de costes y la cantidad sobre la calidad. Por eso la artesanía es una forma de resistencia -una reivindicación especialmente importante en un producto alimenticio- y más aún más si se trata de un placer como la pastelería. Si vamos a caer en la tentación, que sea la mejor tentación posible.
En materia de masa y horno, el tinerfeño Alexis García es un experto y, de hecho, desde principios de año ostenta el título de Mejor Maestro Pastelero Artesano de España obtenido en la Inter SICOP -Salón Internacional de Panadería, Pastelería, Heladería, Café y Equipamiento- celebrado en Madrid.
Por primera vez un único pastelero se alzó con los reconocimientos en cinco categorías: mejor tarta de chocolate y trufa, mejor tarta de turrón, mejor postre de restaurante, mejor pieza de bollería y mejor petit-four. Junto a su compañera Marlene Hernández realizó una impactante propuesta inspirada en África para la que precisó nueve kilos de chocolate que trasnsformaron en un pieza artística en forma de antílope. Todo un monumento a la pastelería.
Hojaldre, pero al 100%
Los orígenes de la labor pastelera de Alexis García están en Playa San Juan (Guía de Isora), donde abrió las puertas de su negocio en 2007 y comenzó a labrarse una reputación no solo por su buen hacer, si no también por su participación en foros como Madrid Fusión, donde fue elegido pastelero revelación en 2018, o la Miga de Oro de Canarias de 2019.
Ya como referentes en el mundo de la pastelería, Alexis García y Marlene Hernández se trasladaron a la capital para emprender una dulce nueva aventura: 100% Hojaldre. En este local ubicado enfrente del Parque Bulevar, en la confluencia entre las calles Antonio de Lara y Zárate con Puerto, se afanan por preparar exquisiteces que tienen en común el protagonismo de la masa laminada del hojaldre.
A partir de ella elaboran distintas variedades clásicos como el croissant, el pan de molde hojaldrado y también productos salados con base hojaldrada. Si el límite está en la imaginación de Alexis y Marlene, eso quiere decir que no hay límite. Por eso este motivo la clientele les felicita prácticamente a diario y es que ya era hora de que regresaran el buen pan y la buena bollería.