Las islas Canarias son todo un oasis. Su mística, su magia y su encanto las catapultan como uno de los mejores destinos nacionales e internacionales para todos aquellos amantes del turismo. En todos sus territorios encontramos un sinfín de lugares únicos que merece la pena visitar, por lo menos, una vez en la vida. Recorrer todas sus islas es casi una peregrinación.
Y qué mejor forma de hacerlo que a través de sus miradores. Islas como Tenerife o Gran Canaria, que cuentan con un reclamo mayor, tienen un gran número de miradores que harán las delicias del visitante, pero en esta ocasión te traemos uno algo más desconocido en la isla de La Gomera: se trata del impresionante mirador suspendido en el aire de Abrante, en el municipio de Agulo.
A continuación, te contamos todos los detalles para que no te pierdas nada y puedas disfrutar al máximo de esta experiencia inolvidable.
Así es el mirador de Abrante y su historia de amor
El mirador tiene un perfecto acabado en cristal y se encuentra suspendido en el aire a más de 600 metros sobre el nivel del mar: caminar por él es casi todo una obligación para los más valientes. El mirador, por otro lado, cumple una doble función. Por uno, la vista panorámica del mirador Abrante a la isla de Tenerife es realmente bonita. En días de buena visibilidad, la silueta de Tenerife y del volcán del Teide se observan perfectamente. Y por otro, el lugar en sí mismo es un atractivo, ya que es una propuesta innovadora.
Fue construido en el año 2014 sobre el risco de Abrante y al borde de un impresionante acantilado que hará las delicias de sus visitantes. Con un recorrido de casi siete metros de longitud, con suelo y paredes de vidrio, se encuentra a 625 metros de altura, creando la sensación de estar caminando casi sobre el filo de la navaja. Además, el mirador y la zona esconden una de esas leyendas que merece la pena ser contada.
Abrante era el nombre de una joven doncella de la isla de La Gomera que tuvo una historia de amor y desamor con Zula, un apuesto mancebo que la amaba. Este amor era repudiado por Gazaña, la madre de Abrante, quien impedía que los jóvenes pudiesen verse. A la desesperada, la joven Abrante huyó de su casa y salió al encuentro de su amado. Al subir por la ladera, tuvo la mala suerte de resbalar, despeñándose ante los ojos de Zula. Con sed de venganza, Zula fue al encuentro de la bruja de Chipude, que logró que Gazaña, la madre, tomara una pócima y así hacerla sufrir los mismos dolores que su amada.
Surtió efecto, pero la ira le llevó a buscar de nuevo a la bruja: esta le explicó la imposibilidad de un nuevo mal sin otro sacrificio. Zula se comprometió a cambio de perder la vida en un lugar exacto: allí se levantaría una montaña tan grande que proporcionaría a Gazaña la sombra suficiente para el constante sufrimiento que Zula le deseaba. Al despeñarse, el conjuro de la pócima formó una nueva y elevada montaña que dejó en la oscuridad la región que habitaba la madre de Abrante. Hoy en día los roques de Zula y Abrante conforman el rocoso anfiteatro del municipio de Agulo.
Cómo llegar al mirador de Abrante
El mirador de Abrante se sitúa en el barrio de La Palmita. Para acceder al mirador hay que llegar al Centro de Visitantes del Parque Nacional del Garajonay. Allí habrá que tomar estrecha carretera hasta el final para llegar al restaurante y al mirador de Abrante. En la entrada encontraremos un aparcamiento en el que podemos acceder y estacionar nuestro vehículo. El horario de visita es de 11:00 a 19:00 horas.