De la misma manera que hay jardines sin flores, también hay playas sin chiringuitos. Estos establecimientos se encuentran en la delgada línea que separa lo imprescindible de lo necesario. De hecho, cuando alguien nos recomienda una playa la descripción empezar por el tipo de arena, la calidad del agua, el viento, las mareas o la facilidad de acceso. Esta enumeración de características debe terminar respondiendo a una pregunta: ¿tiene chiringuito?
Bien sea para refrescarse con una bebida, así como bien para comer algo sin salir de la playa -desde bocadillos aderezados con la arena que trae viento hasta platos dignos de cualquier restaurante-, estos bares resuelven la jornada playera a los más cómodos y a los menos previsores, librándoles del peso de cargar la silla de playa, la nevera, la sombrilla o la mochila con los bocadillos. Ya que vas, tráeme una cerveza, que yo te la pago ahora.
Solete en el chiringuito
Algunos de estos chiringuitos incluso han llamado la atención de reputados chefs como Juan Carlos Padrón, distinguido con 3 Soles Repsol por su restaurante El Rincón de Juan Carlos en el hotel Royal Hideaway Corales Beach de La Caleta de Adeje. Además de sus Soles, la Guía Repsol otorga premios a establecimientos más informales, los denominados Soletes, que a menudo son recomendaciones de sus propios cocineros galardonados.
Recientemete a instancias del chef Padrón le ha sido concedido uno de estos Soletes al Chiringuito Pirata de la playa de La Tejita, muy cerca de El Medáno. Parece que uno de los planes favoritos del Juan Carlos Padrón, cuando su actividad entre fogones se lo permite, es acercarse desde Adeje a la Playa de La Tejita, para disfrutar de la puesta de sol en el Chiringuito Pirata. Como él mismo remarca: “Un sitio agradable donde tomarte una cerveza fría con unos boquerones viendo como cae el atardecer."
Un menú sencillo y un cartel inspirador
El menú del Chiringuito Pirata no es muy extenso pero abarca unos cuantos platos ligeros perfectos picar un día de calor, como ensalada de tomate y queso, paella, tortilla, ceviche o salpicón de atún y pulpo. Esta oferta, sencilla pero efectiva, se condimenta con unas vistas espectaculares de Montaña Roja desde un extremo de la playa de La Tejita.
Con un hilo de música relajada al más puro estilo playero se define la identidad de un establecimiento que, en lugar de dar la bienvenida a sus clientes con el menú, lo hace con frases originales, inspiradoras o con un punto ingenioso. El cartel recoge consignas como, por ejemplo, Yo existo en dos lugares, aquí y donde tu estés, Qué poco nos atrevemos para lo corta que es la vida o Antes creía ser indeciso...pero ahora lo dudo. Siempre bajo una máxima: 'Buen rollito'.