Una médico salva la vida a una mujer en un vuelo a Canarias: "Vi que necesitaba atención urgente"

La doctora Blanca Cañizares, que viajaba a Gran Canaria para disfrutar de unas vacaciones, se convirtió, junto a un enfermero, en una heroína a pocos minutos de aterrizar

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La médico Blanca Cañizarez habla con sanitarios en tierra, tras el vuelo, y un avión de Vueling / AH
La médico Blanca Cañizarez habla con sanitarios en tierra, tras el vuelo, y un avión de Vueling / AH

Faltaban poco más de 15 minutos para que el vuelo VY3068 de la compañía Vueling aterrizara en el aeropuerto de Gran Canaria, procedente de Málaga, cuando en los altavoces se escuchó la famosa frase “¿hay algún médico a bordo?”.

Ahí, en mitad de un descenso donde todos los pasajeros están obligados a estar sentados y con el cinturón abrochado, las circunstancias obligaron a actuar a dos profesionales sanitarios para salvar la vida a una mujer que se encontraba mal.

Una vía con turbulencias

“Cuando dieron la llamada yo pensaba que era para ponernos los cinturones, porque sonó el típico pin, pero era para avisar si había algún sanitario a bordo”, recuerda en una entrevista concedida a Atlántico Hoy, Blanca Cañizares, la doctora que se levantó de su asiento para atender a la paciente.

Junto a ella, la imprescindible actuación de un enfermero que también viajaba a Gran Canaria, y que Atlántico Hoy no ha logrado identificar. “Me ayudó muchísimo porque cogió una vía en una situación muy complicada, cuando estaba descendiendo el avión”, detalló Cañizares. “En el momento en el que fuimos a tomar tierra sí se movió y por eso digo que lo hizo súper bien, porque hacer esa labor con turbulencias y el avión para arriba y para abajo no es nada sencillo”, agrega a modo de agradecimiento al sanitario que trabajó codo con codo para estabilizar la salud de la pasajera.

 

 

Primeros instantes

Natural de Granada y especialista en medicina familiar, lo primero que se encontró Cañizares al responder a la llamada de la tripulación fue ya a la mujer tras la cortina, en la zona de trabajo de la tripulación, “porque ya había notificado que hacía un ratito que no se encontraba bien”.

Tras la primera exploración, la doctora no dudó. “No puedo decir lo que era por protección de datos, pero vi que necesitaba atención urgente. Estábamos a punto de llegar, pero era conveniente que aterrizaste lo antes posible”, relata. “Mi criterio fue que era importante y que pidieran ambulancia y así lo hicieron. La mujer se fue estable”, agrega Cañizares indicando el fin de la crisis sanitaria dentro de la aeronave.

Tripulación y pasaje

Además de lo imprescindible de su actuación y del enfermero, Blanca, que se desplazaba para disfrutar -y disfruta ya en la actualidad- de unas vacaciones, quiso destacar también la labor de los propios tripulantes de cabina, si bien están entrenados y que “cumplieron el protocolo a rajatabla” para actuar en estos casos. “La tripulación se portó estupendamente. Nos dio todo lo que necesitamos y, además ayudó a darnos el botiquín y todo lo que tenían de material sanitario”, puntualiza la doctora granadina.

Respecto al resto del pasaje, Cañizares reconoce que no puedo compartir cómo estaban viviendo el momento porque ella estaba detrás de la cortina, que estaba echada. “Con normalidad, dentro de lo que es este tipo de situaciones”, se aventura a decir.

Actuación en tierra

Una vez tocaron tierra de urgencia, los servicios médicos ya estaban avisados y preparados a pie de pista. “Fue todo muy bien. En cuanto aterrizamos les abrieron las puertas para que fuesen los primeros en entrar y les pude transmitir un poquito la impresión que tenía y lo que habíamos administrado. La trasladaron a un hospital que correspondiese”, señala la doctora.

En este sentido, Atlántico Hoy ha podido conocer que la pasajera enferma fue trasladada al Hospital Insular.

Posibles causas

Sobre las posibles causas del importante malestar de la pasajera, la propia doctora Cañizares explica que la altura pudo afectar en este caso. O más bien, los cambios de la misma. “Son cosas muy sutiles que muchas veces no tenemos en cuenta a la hora de tomar un vuelo, pero sometemos al cuerpo a un estrés que, dependiendo de cómo sea tu contexto, puede ser mayor o menor y  que se supone que el cuerpo tiene esa capacidad de recuperarse”, argumenta Blanca.

Asimismo, agrega que “cuando se ha tomado altura o se desciende el cuerpo tiene que hacer un ajuste para mantenerse en equilibrio y a veces el cuerpo no tiene tanta capacidad de respuesta y pueden ocurrir estas cosas. Para subir y bajar tanta altura el cuerpo tiene que hacer muchas cositas para que nosotros podamos mantenernos en ese equilibrio”, finaliza la heroína.