La masonería tiene una larga trayectoria en Canarias a sus espaldas. Llegó hace unos años y lo hizo para quedarse. Esta fraternidad, con un posible origen en Escocia, cuenta en el Archipiélago con lo que ellos llaman logias. O lo que es lo mismo, grupos de maestros. Este sábado, decidieron abrir al público las puertas de la Gran Logia Provincial ubicada en el municipio grancanario de Santa Brígida.
José Luis Batista, gran maestro provincial de los masones canarios, cuenta a Atlántico Hoy que la jornada “ha tenido muy buena acogida”. Para él, con esta acción han lanzado un mensaje claro: “Tenemos nuestras puertas abiertas”. No somos una sociedad secreta o con secretos”, indica. Asegura que las instalaciones se llenaron tanto con personas que pertenecen a la masonería como con curiosos que decidieron acercarse.
El relato
Allí se pudo asistir a una ponencia de Manuel Cuadrado, doctor en Historia y Patrimonio Artístico, así como maestro masón. Su intervención versó “sobre la cultura material como fuente de la historiografía masónica”. Explica a este periódico que, tradicionalmente, el relato se ha construido a través de fuentes documentales como el papel. Pero garantiza que no es la única forma.
“Hay otras fuentes”, dice, “como los artefactos”. Se refiere a “todos los objetos masónicos que además son obras de arte y que llevan impreso su propia historia”. “Las medallas, mandiles o bandas nos hablan del simbolismo y de las tradiciones masónicas. Y ayudan a construir el relato historiográfico de la misma manera que los documentos escritos”, incide.
¿Qué es la masonería?
El fin de estas jornadas de puertas abiertas, que comenzó a las 11:00 horas, era también “brindar la oportunidad de explorar la sede y conocer más sobre la masonería y la organización”.
Batista narra que la masonería “es una de las más antiguas fraternidades que tienen como fundamento la creencia en un ser supremo, expresado bajo el nombre de Gran arquitecto del universo”. Matiza que no se trata ni de una religión ni de una ONG. “Se funda en la razón y exige a todos sus miembros el respeto a las creencias ajenas”, sentencia.