El uso de la mascarilla en el transporte público es un debate presente entre la sociedad y los partidos políticos. Una obligatoriedad que, según las previsiones, sigue y seguirá estando presente en España al menos hasta que finalice el invierno. En algunos países europeos se está incluso planteando el regreso de la mascarilla en todos los ámbitos públicos a raíz del repunte de casos.
"En algunos países de nuestro mismo contexto socioeconómico, como Alemania, lo que se está planteando es volver a hacer obligatorio el uso de la mascarilla en cualquier ambito. ¿Es ese el debate que debemos implementar en nuestro país? No, nuestra realidad en estos momentos es diferente", explica el jefe de la sección de Epidemiología del Gobierno de Canarias, Amós García Rojas. “Pero es evidente que en invierno va a haber un repunte”. Desde esta perspectiva, asegura que “el debate no está en el mantenimiento de las mascarillas en el transporte público, sino en conseguir que aumente la vacunación con las dosis de refuerzo”.
El papel de la mascarilla
Ciudadanos ya llevó al Pleno del Congreso una iniciativa para pedir la retirada de forma inmediata la obligación del uso de la mascarilla en transporte público y farmacias. Sin embargo, tan solo Vox, Ciudadanos y los diputados Pablo Cambronero, Carlos García y Sergio Sayas respaldaron la iniciativa de la formación naranja.
Sin embargo, García Rojas defiende que la mascarilla ha tenido y sigue teniendo un papel fundamental para evitar la expansión del problema. Y frente al debate de por qué en el transporte público sí y en otros lugares como en los centros comerciales no, el epidemiólogo declara que “el contacto que existe con otras personas en los centros comerciales es accidental y de apenas unos minutos, en el transporte público los espacios son más reducidos y el contacto es más permanente”. Por ello, son espacios especialmente sensibles a la posibilidad de transmisión del microorganismo.
Mantener su uso
Declaraciones de fuentes cercanas a la Ponencia de Alertas a Vozpópuli aseguraron que se ha pactado el mantenimiento de las medidas actuales hasta que se vuelva a reevaluar la situación en marzo de 2023. García Rojas, por su parte, manifiesta que poner una fecha límite “no es razonable". Por lo menos en lo que queda de invierno, “será necesario mantener el uso de la mascarilla". "Estamos en un momento clave en la lucha contra la pandemia y cualquier cosa que podamos hacer de manera incorrecta puede llevar al traste el hecho de decirle adiós a este drama”, concluye.
Además, con el incremento del número de casos que se espera durante el invierno y teniendo en cuenta que “si se hacen las cosas bien es previsible que a principios del próximo año se vea la luz al final del túnel”, García Rojas afirma que el debate no debe ser mascarillas sí o mascarillas no.