La Marina de Senegal interceptó el viernes frente a la costa de la ciudad de Mbour (centro) y en la desembocadura del río Senegal, en Sant-Louis (norte), dos cayucos que transportaban en total a 276 migrantes, informó este sábado la Armada del país de África occidental.
"El viernes 6 de septiembre de 2024, unidades navales de la Marina interceptaron dos cayucos que transportaban a un total de 276 migrantes frente a la costa de Mbour y en la desembocadura del río Senegal", declaró la Marina Nacional senegalesa en su cuenta de X.
País de tránsito
Aunque las autoridades no concretaron el destino de las embarcaciones, Senegal es un país de tránsito y origen para los migrantes que llegan de manera irregular a las islas españolas de Canarias (océano Atlántico).
El presidente del Gobierno España, Pedro Sánchez, viajó la semana pasada a Senegal, así como a Mauritania y Gambia, países de los que proceden muchos de los inmigrantes que llegan de manera irregular a España, para tratar este fenómeno.
En dichos países, el jefe del Ejecutivo español defendió la migración circular como antídoto contra los discursos de odio y la xenofobia, a la vez que apostó por abrir vías de inversiones para dar oportunidades.
Sánchez y la protección de las fronteras
En un acto de arranque del curso político en el Instituto Cervantes de Madrid el pasado miércoles, Sánchez anunció que España dotará de "mejores recursos" para "proteger" las fronteras de los países africanos emisores de migrantes y "combatir a las mafias que trafican con personas".
Ese mismo día, el director ejecutivo de Frontex, Hans Leijtens, dijo que la presión migratoria en las Canarias es "muy preocupante" porque se está produciendo "un gran incremento" en las llegadas, y pidió voluntad política al Gobierno, así como recursos financieros y legales, para que le deje cooperar en esta materia.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, respondió el jueves que España ya trabaja con Frontex en Canarias, donde hay medios "suficientes" para combatir la inmigración irregular, si bien consideró que los efectivos de la agencia europea serían eficaces en los países de origen.
La ruta migratoria entre la costa africana y las islas españolas está considerada una de las más peligrosas del mundo, con una tasa de mortalidad en los últimos años de una víctima por cada veinte supervivientes, el doble que la del mar Mediterráneo.