María Gómez Ballesteros, vicepresidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), viajó esta semana al Archipiélago para estar presente en Ínsula, un congreso de divulgación científica en el Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria. La geóloga marina reconoció durante su intervención, dirigida por charla, Lucía Caballero, editora de la sección de Medioambiente + Energía en The Conversation, que su despacho “siempre han sido los barcos”.
La científica señaló que el 80% de la superficie de los fondos marinos siguen inexplorados. “Conocemos más sobre Marte que sobre la profundidad de los océanos”, exclamó. Gómez Ballesteros concede una entrevista a Atlántico Hoy en la que reflexiona sobre los peligros del cambio climático, las erupciones volcánicas de El Hierro o La Palma, así como la biodiversidad de los fondos marinos.
[Pregunta] ¿Cuáles son los principales riesgos medioambientales a los que se enfrentan ahora mismo los océanos en Canarias?
[Respuesta] Ahora mismo, a nivel global nos estamos enfrentando a una triple crisis ambiental que llaman, que es el cambio climático, la biodiversidad y la contaminación. Yo creo que estas tres amenazas son las que existen directamente sobre las islas Canarias. España es el primer país en biodiversidad marina de Europa porque tiene tres regiones: la Atlántica, la Macaronesia y el Mediterráneo. Toda la zona del Archipiélago tiene una increíble biodiversidad y sin embargo se está viendo amenazada por toda la crisis que está habiendo a nivel planetario. Las grandes praderas que hay, los sebadales, están sufriendo un proceso de recesión.
¿Qué particularidades tiene el Archipiélago al respecto?
Es cierto que en Canarias, de forma muy específica, la pérdida de biodiversidad se atribuye a las erupciones volcánicas que ha habido, tanto en El Hierro, por ejemplo, con la erupción submarina del volcán Tagoro, como con la erupción que hubo en La Palma y la entrada de la lava en el mar. Sin embargo, esto ha sido una pérdida, una amenaza puntual porque sí que se ha demostrado después de más de 10 años monitorizando la evolución del ecosistema en el volcán herreño se ha podido ver que hay un aumento de la biodiversidad y de la biomasa en la zona. Es decir, que el ecosistema ha sido fertilizado a partir de todos los compuestos que hubo de la erupción.
¿Y en el caso de La Palma?
Lo mismo ocurre también en la zona de la lava submarina de La Palma. Es cierto que en El Hierro hubo un colapso del ecosistema, porque la erupción fue dentro del mar, en La Palma fue subaérea. Lo que hizo colapsar fueron los hábitats que vivían anclados al fondo del mar, que fueron arrasados por la entrada de la lava. El ecosistema se está recuperando y las reservas marinas que hay en la zona están sirviendo como para exportar biodiversidad.
A veces la naturaleza nos sorprende.
Cuando dejamos que la naturaleza actúe por sí sola, el ecosistema se restaura de esta manera. Luego también otro punto fuerte de riesgo y de impacto es la contaminación porque esto es planetario, hay microplásticos en cualquier punto del océano. Como no son perceptibles por el ojo humano parece que tienen menos impacto, pero sin embargo el impacto es superior porque puede llegar a afectar incluso a los organismos.
Se habla mucho de la subida del nivel del mar o de la subida de temperatura que experimentan los océanos, pero parece que en ocasiones nos olvidamos de lo que tenemos debajo, en los fondos marinos.
Los hábitats y los ecosistemas que están vinculados a las islas Canarias por su localización geográfica son muy elevados en biodiversidad y se está haciendo ahora mismo un esfuerzo por estudiar todo este tipo de ecosistemas. Porque es necesario conocer para proteger. Si nosotros sabemos qué ecosistemas exactamente habitan en los fondos canarios, se pueden establecer medidas que regulen la protección y la conservación. Primero hay que investigar para determinar la presencia de esos hábitats y una vez que está constatado se tienen que declarar figuras de protección.
¿De qué forma?
Puede ser a través de un Lugar de Importancia Comunitaria de la Red Natura 2000, que posteriormente tiene seis años para establecer un plan de gestión y se le llamará Zona de Especial conservación. Pero estas medidas de los espacios marinos protegidos son fundamentales para la restauración de los hábitats y la recuperación de especies amenazadas. Sobre todo en Canarias por las características propias que tienen.
¿Echan en falta contar con más medios materiales?
Ahora mismo el CSIC, a partir del Instituto Español de Oceanografía o el de Ciencias del Mar, de forma sistemática se realizan campañas de investigación marina de forma sistemática. Se están estudiando tanto los ecosistemas de la columna de agua como los hábitats que están vinculados a los fondos marinos y es verdad que ahora mismo se tiene una tecnología muy avanzada para este tipo de estudios. El CSIC acaba de sacar un buque con las últimas tecnologías para estudiar los fondos marinos.
¿Cuesta mucho mantener infraestructuras así?
Ello no quita que es necesario una mayor inversión en toda la investigación en general porque es muy costosa, no es lo mismo salir a investigar a pie de superficie emergida que tener que hacerlo en el mar, necesitas un barco y mantenerlo. En los últimos años se está haciendo un esfuerzo increíble por aumentar los presupuestos de investigación marina y que se trabaja con otras instituciones como el Ministerio de Transición Ecológica o el de Pesca y Agricultura.
¿En Canarias hay talento suficiente para continuar con investigaciones de geología marina?
En Canarias hay universidades que están dando una cantera importante de expertos en investigación marina. Y sobre todo las Islas tienen una vinculación a la geología excepcional porque son un laboratorio vivo de geología y de biología por el origen de las propias islas. Creo que hay que seguir apostando muchísimo por atraer talento científico y talento experto de geólogos al Archipiélago. Hay mucho geólogo en Canarias pero es necesario aumentar la investigación vulcanológica en Canarias porque no perdamos de vista que hablamos de investigación en tierra y en mar. Es importante atraer y retener ese talento científico. Y también formarlos.