María Doménech es uno de los muchos profesionales que mantiene la actividad en la Radio Autonómica, ahora con una implicación decidida para mantener informada a la audiencia de todo lo que ocurre con la actual crisis sanitaria por la pandemia del Coronavirus. Su voz es la que marca el ritmo en la mañana en el programa La Alpispa.
- Hablando de radio, ¿recuerda usted en su carrera como locutora alguna situación que se pueda asimilar a esta?
- Jamás, es una situación absolutamente novedosa en mi vida profesional. He hecho frente a momentos dramáticos como atentados 11- S, inundación Santa Cruz, crisis humanitaria con la llegada de pateras y cayucos en 2006, tormenta Delta, atentados 11-M, accidente Spanair, pero sin duda, esto es algo inédito. No te voy a negar que llevaba tiempo sospechando que en este mundo globalizado era imposible que lo que le estaba sucediendo a China no tuviera su reflejo en Europa y el resto del mundo, de hecho, cuando se dieron los primeros casos en Canarias empecé a tener mis sospechas de que esa tormenta sanitaria se avecinaba y suspendí un viaje que tenía a las Fallas de Valencia por miedo a quedarme atrapada allí sin poder volver; pero, sinceramente, jamás imaginé este tsunami en nuestras vidas. Ver a Pedro Sánchez decretando el Estado de Alarma es una imagen que jamás borraré de mi mente, parecía algo más propio de la ficción.
- ¿En qué ha cambiado el día a día de la radio?
- ¿Y su situación personal? ¿Cómo lo está viviendo?
- Bueno, pues impactada por lo sucedido. Hay días que me cuesta creer que esto sea real, que estamos todos encerrados en nuestras casas, me impactan las imágenes de las ciudades y pueblos vacíos en casi todo el mundo, de los policías y militares en la calle, me emocionan los aplausos en las ventanas a los sanitarios y todas las personas que están luchando en este frente contra este enemigo invisible y cruel. Me cuesta creer que nos hemos despojado de los afectos, sufro pensando en los mayores de nuestro país, en el sufrimiento extremo al que están sometidos, echo de menos ver a mis padres, a los míos, las paellas de los domingos y poder abrazarlos. Me cuesta explicarle a mi hija de 3 años que no puede salir a la calle, aunque la fortaleza de los niños para adaptarse a cualquier circunstancia es admirable… En fin, pues una situación compleja para todos. Tener una niña pequeña lo hace todo más llevadero, nos obliga a no pensar tanto, a estar más ocupados en casa, aunque a veces me aterrorice pensar en lo que hay ahí fuera.
- ¿Cómo están llevando los compañeros la presión de esta situación excepcional?
- Estoy rodeada de grandísimos profesionales preparados para darlo todo en las situaciones más complejas. La Radio Pública es una escuela en muchos sentidos, pero si para algo estamos especialmente preparados, es para hacer frente a situaciones excepcionales. Unos días antes del inicio de la Cuarentena y a la vista de lo que estaba sucediendo en Italia, ya la dirección tuvo constantes reuniones para tomar medidas ante posibles adversidades. Preguntaron qué compañeros tenían problemas de salud (considerados de riesgo), los equiparon técnicamente y fueron los primeros en trabajar desde casa cuando se decretó la Alarma. Una semana después ya estábamos todos teletrabajando, salvo los técnicos (cuya presencia es necesaria, sin ellos la radio no funcionaría) y los presentadores que nos desplazamos a la Radio para presentar nuestros respectivos programas y regresamos rápidamente a casa. De resto, administración, productoras, redacción, deportes, íntegramente desde casa.
- ¿Tienen datos de en cuánto ha subido la audiencia?
- Imagino que también habrán recibido llamadas de auxilio de sus oyentes…
- Sí, y percibimos mucha preocupación por la salud y por el empleo. También recibimos muchos mensajes de personas que piden ayuda y ofrecen su ayuda. Que cosen mascarillas y quieren entregarlas, que desinfectan los espacios comunes de sus edificios para que las personas de riesgo no tengan que hacerlo, que se ofrecen a llevar comida y medicamentos a los más mayores. Personas que denuncian la falta de higiene en algunos lugares, que se quejan de que están viendo gente en la calle sin razón aparente. Pero, principalmente, los mensajes y llamadas de nuestros oyentes son de personas concienciadas con la situación que tratan de hacerlo lo mejor posible para salir cuanto antes de ésta.
- ¿Qué vislumbra usted qué puede ocurrir cuando se supere esta crisis sanitaria?
- Me encantaría saberlo pero no lo sé, es todo tan absolutamente novedoso que hasta quiénes se creían más fuertes para hacerle frente al virus (Inglaterra, U.S.A) han tenido que cerrar sus grandes ciudades y mostrar las mismas debilidades que países como Italia o España. Esta crisis ha sacudido con dureza nuestras vidas, tardaremos en ser afectivos, seremos más miedosos, valoraremos más los momentos con los nuestros, dejaremos los móviles a un lado para mirarnos más a la cara. Creo que tardaremos en retomar nuestras vidas tal y como era antes de….Daremos más valor a nuestros sanitarios, a nuestros investigadores, a quiénes han hecho lo posible para que no nos falte nada. Lo único que tengo claro es que el Coronavirus marcará un antes y un después en nuestras vidas.
- Hablando de radio, ¿recuerda usted en su carrera como locutora alguna situación que se pueda asimilar a esta?
- Jamás, es una situación absolutamente novedosa en mi vida profesional. He hecho frente a momentos dramáticos como atentados 11- S, inundación Santa Cruz, crisis humanitaria con la llegada de pateras y cayucos en 2006, tormenta Delta, atentados 11-M, accidente Spanair, pero sin duda, esto es algo inédito. No te voy a negar que llevaba tiempo sospechando que en este mundo globalizado era imposible que lo que le estaba sucediendo a China no tuviera su reflejo en Europa y el resto del mundo, de hecho, cuando se dieron los primeros casos en Canarias empecé a tener mis sospechas de que esa tormenta sanitaria se avecinaba y suspendí un viaje que tenía a las Fallas de Valencia por miedo a quedarme atrapada allí sin poder volver; pero, sinceramente, jamás imaginé este tsunami en nuestras vidas. Ver a Pedro Sánchez decretando el Estado de Alarma es una imagen que jamás borraré de mi mente, parecía algo más propio de la ficción.
- ¿En qué ha cambiado el día a día de la radio?
- En todo, ha sido brutal, a nivel de programación y tratándose de una Radio Pública el compromiso es potenciar la información que se le ofrece al ciudadano. El Covid-19 es el eje central de nuestro día a día, hablamos con responsables, expertos, ciudadanos que contribuyen a aclarar y a arrojar un poco de luz a esta realidad que nos está tocando vivir. Mantenemos las horas de programación diaria y hemos aumentado el número de boletines informativos. La finalidad es informar pero también que los oyentes se sientan acompañados. Les surgen muchas dudas que nos hacen llegar a través de nuestro wasap, y tratamos de ayudarlos en todo lo que podemos. Hablamos con ellos y les hacemos sentir que son escuchados. Entrevistamos a mayores, a niños, conocemos como están viviendo el confinamiento, e incluso los felicitamos por su cumpleaños y hablamos de esa otra cara más anecdótica que tiene esta Cuarentena. Son muchas horas de radio al día y tratamos de reflejar todas estas realidades.
- Bueno, pues impactada por lo sucedido. Hay días que me cuesta creer que esto sea real, que estamos todos encerrados en nuestras casas, me impactan las imágenes de las ciudades y pueblos vacíos en casi todo el mundo, de los policías y militares en la calle, me emocionan los aplausos en las ventanas a los sanitarios y todas las personas que están luchando en este frente contra este enemigo invisible y cruel. Me cuesta creer que nos hemos despojado de los afectos, sufro pensando en los mayores de nuestro país, en el sufrimiento extremo al que están sometidos, echo de menos ver a mis padres, a los míos, las paellas de los domingos y poder abrazarlos. Me cuesta explicarle a mi hija de 3 años que no puede salir a la calle, aunque la fortaleza de los niños para adaptarse a cualquier circunstancia es admirable… En fin, pues una situación compleja para todos. Tener una niña pequeña lo hace todo más llevadero, nos obliga a no pensar tanto, a estar más ocupados en casa, aunque a veces me aterrorice pensar en lo que hay ahí fuera.
- ¿Cómo están llevando los compañeros la presión de esta situación excepcional?
- Estoy rodeada de grandísimos profesionales preparados para darlo todo en las situaciones más complejas. La Radio Pública es una escuela en muchos sentidos, pero si para algo estamos especialmente preparados, es para hacer frente a situaciones excepcionales. Unos días antes del inicio de la Cuarentena y a la vista de lo que estaba sucediendo en Italia, ya la dirección tuvo constantes reuniones para tomar medidas ante posibles adversidades. Preguntaron qué compañeros tenían problemas de salud (considerados de riesgo), los equiparon técnicamente y fueron los primeros en trabajar desde casa cuando se decretó la Alarma. Una semana después ya estábamos todos teletrabajando, salvo los técnicos (cuya presencia es necesaria, sin ellos la radio no funcionaría) y los presentadores que nos desplazamos a la Radio para presentar nuestros respectivos programas y regresamos rápidamente a casa. De resto, administración, productoras, redacción, deportes, íntegramente desde casa.
- ¿Tienen datos de en cuánto ha subido la audiencia?
No, y además el estudio que cuantifica las audiencias, el famoso EGM, también ha paralizado sus encuestas con la crisis del Covid por lo que no podemos saberlo. Pero nosotros siempre decimos que nuestro principal EGM es el wasap, recibimos a diario muchísimos mensajes de oyentes y ese es el reflejo de que, estadísticamente, al otro lado hay muchas personas pendientes de lo que le contamos.
- Sí, y percibimos mucha preocupación por la salud y por el empleo. También recibimos muchos mensajes de personas que piden ayuda y ofrecen su ayuda. Que cosen mascarillas y quieren entregarlas, que desinfectan los espacios comunes de sus edificios para que las personas de riesgo no tengan que hacerlo, que se ofrecen a llevar comida y medicamentos a los más mayores. Personas que denuncian la falta de higiene en algunos lugares, que se quejan de que están viendo gente en la calle sin razón aparente. Pero, principalmente, los mensajes y llamadas de nuestros oyentes son de personas concienciadas con la situación que tratan de hacerlo lo mejor posible para salir cuanto antes de ésta.
- ¿Qué vislumbra usted qué puede ocurrir cuando se supere esta crisis sanitaria?
- Me encantaría saberlo pero no lo sé, es todo tan absolutamente novedoso que hasta quiénes se creían más fuertes para hacerle frente al virus (Inglaterra, U.S.A) han tenido que cerrar sus grandes ciudades y mostrar las mismas debilidades que países como Italia o España. Esta crisis ha sacudido con dureza nuestras vidas, tardaremos en ser afectivos, seremos más miedosos, valoraremos más los momentos con los nuestros, dejaremos los móviles a un lado para mirarnos más a la cara. Creo que tardaremos en retomar nuestras vidas tal y como era antes de….Daremos más valor a nuestros sanitarios, a nuestros investigadores, a quiénes han hecho lo posible para que no nos falte nada. Lo único que tengo claro es que el Coronavirus marcará un antes y un después en nuestras vidas.