La Fundación Cine+Cómics y la Cátedra Cultural Moebius de la Universidad de La Laguna ya han dado comienzo a las actividades del XX Salón Internacional del Cómic y la Ilustración de Tenerife. Siguiendo la tradición que comenzó tras la pandemia, dos meses antes de la celebración de su evento con mayor proyección social y mediática, ya pueden visitarse exposiciones de la marca Santa Cruz Cómic en otras islas de Canarias.
Así, ya está en marcha en el Cabildo de La Gomera el acto de inauguración de la exposición Mararía, de Rafael Arozarena, que podrá visitarse hasta el próximo 12 de septiembre. La muestra homenajea una singular efeméride: este 2023 se cumplen cien años del nacimiento de Arozarena, autor de la novela; cincuenta de la primera publicación del libro y veinticinco de la película que adapta esta obra a la gran pantalla.
No obstante, y en el contexto del Salón Internacional del Cómic y la Ilustración, la exposición hila sobre la última adaptación de la novela literaria canaria por excelencia, y la más novedosa: un cómic. Su autor, el ilustrador y escritor Eduardo González, ha atendido a Atlántico Hoy para compartir las claves de este sorprendente formato de Mararía que ya se encuentra en las librerías desde 2022.
Responsabilidad
“Era una responsabilidad tremenda porque es la obra icónica de la literatura canaria reciente y la ha leído mucha gente”, contextualiza González. “Hay personas que me han dicho que es el libro de su vida, incluso un chico muy joven”, agrega sobre sobre la importancia que significó afrontar el reto.
Asimismo, justificó esa responsabilidad “porque lo vas a traducir al lenguaje que no es el que ellos conocen. Es otro lenguaje en el que tienes que traducir las imágenes y eso es muy complejo. Afortunadamente no he oído mucha crítica mala de momento”, comparte entre risas.
Relecturas de la novela
Eduardo reconoce que para la creación del cómic se leyó hasta cuatro o cinco veces la novela original, ya que no la recordaba muy bien cuando la leyó de niño. “Trabajaba con el libro al lado. No tenía un guion técnico. Lo iba traduciendo a imágenes capítulo a capítulo. Me ayudó mucho que se dividiese en 18 capítulos, porque yo trabajaba cada capítulo siendo lo más riguroso que podía con el texto”, desvela.
Sobre cómo fue todo el proceso de adaptación, el autor argumenta que fue una labor de traducción en el fondo. “Es cómo escribir del inglés en español. El lenguaje literario es muy concreto y el de cómic es otro tipo de lenguaje totalmente distinto, como lo es el cinematográfico, el teatral o como todos”.
Creación física de los personajes
Confiesa, además, que una de las características de Arozarena es que “es muy descriptivo”, algo que le ayudó a la hora de preparar la ilustraciones y a la adaptación en general. “El texto literario ya te plantea cosas, por ejemplo, descripciones. Los paisajes, cosas e, incluso, las personas, sobre todo psicológicamente. Eso me ayudaba mucho porque yo tenía que prescindir de ese lenguaje para no ser reiterativo. Ese texto desaparece y se muestra en una imagen. Ahí está el meollo de la cuestión”, analiza Eduardo González. “Qué es lo que dejas, qué es lo que conservas, qué es lo que puedes hacer más ágil narrativamente de lo que te está contando la novela… Hay cosas tienes que suprimir porque no pasan bien con el lenguaje del cómic”, aclara.
Una de las partes más comprometida fue el ponerles rostro y cuerpo a los personajes “porque todo el mundo que se ha leído la novela tiene la imagen del personaje que le han puesto. La cara que se imaginan”. Arozarena físicamente sí da cierto perfil, pero no es exhaustivo. “Él te da unas cuantas ideas y cada lector forma su imagen, que es única. Yo tuve que hacer lo que yo veía en mi mente. Pero eso es inevitable”, indica el autor de Mararía en su versión cómic.
Idea del proyecto
Con casi ya dos años en los escaparates, González rememora cómo se inició el proyecto. “Fue durante la pandemia. Resulta que la heredera de la obra, María José Pérez, quería hacer una adaptación. Ella no era una gran lectora de cómics, pero veía que se estaban haciendo obras literarias en cómics y se dijo por qué no”, explica. “Es una enamorada de la obra de Rafael”, detalla.
“Entonces, llama a Francisco Pomares, que es el editor, y este se queda un poco sorprendido, pero le dice que cree conocer a la persona que podría hacerlo. Y me llama”, desarrolla González. “Había mucha gente que podía haberlo hecho, peor decidió contar conmigo y le digo que sí. Igual a lo mejor hace unos años le digo que no porque no estaba muy preparado, pero ahora me dije de intentarlo, voy a lanzarme la piscina”, expone. “Era un reto bonito porque nunca había hecho adaptaciones literarias. Tarde un año y medio desde que me lo dice Paco hasta que se lleva a imprenta. 100 páginas justas a color”, añade.
Fidelidad a la obra original
Un año y medio en el que desarrolló la adaptación y en la que tuvo libertad desde el primer día. “A mí me gusta mucho el blanco y negro. Trabajo mucho con él porque es muy potente y expresivo. Paco me dijo que lo hiciera con mi estilo y eso es de agradecer, pero cuando te vuelves a leer el libro, te das cuenta de que tiene que ser en color porque es en Lanzarote y Lanzarote es luz, son paisajes volcánicos, el mar, los personajes, los pueblos... Eso sí, encontrar el lenguaje adecuado fue un poco más costoso”, expresó.
Por último, el autor de la versión del cómic de Mararía aclaró que su trabajo, y que lo tuvo claro desde el principio, es que fuese lo más fiel al libro. “Yo me quería poner al servicio del libro y desaparecer un poco”, apunta. “Yo creo que el que haya leído el libro, o el que no lo haya leído, va a encontrar una obra fiel. No vas a encontrar sorpresas, ni a decirte a ti qué ha pasado, por qué ha suprimido una parte, por qué ha metido personas que no son. Es fiel capítulo a capítulo”, sentencia Eduardo González.
Salón del Cómic
Esta exposición de Mararía es una de las más de cincuenta actividades que incluye Santa Cruz Cómic 2023, y que este mismo 17 de agosto también estará en El Hierro y en septiembre en Gran Canaria.
No en vano, y aunque habrá un gran Salón presencial del 19 al 22 de octubre en el Centro de Arte La Recova, ya se están organizando actividades que se anuncian en la página web y las redes sociales del evento.