Hace casi medio año que el Gobierno de Canarias se comprometió a conseguir una vivienda adaptada para Hugo, el joven que el 13 de julio de 2022 se quedó tetrapléjico en Güímar tras tirarse al mar de cabeza en una zona poco profunda.
Jennifer, su madre, llevaba meses pidiendo ayuda de manera pública para poder afrontar un cambio de vivienda. Tras el accidente, Jennifer tuvo que dejar su trabajo y su alquiler para irse junto con su hijo al Hospital Medular de Gran Canaria, donde Hugo ha estado ingresado.
Ya a mediados de enero, el Instituto Municipal de Atención Social (IMAS) de Santa Cruz de Tenerife se comprometió a pagar y gestionar, en cuestión de una semana, un alquiler adaptado a la familia de Hugo. Algo que finalmente no sucedió. Poco después, el Gobierno de Canarias aseguró que Hugo podría disponer de una de las viviendas que Visocan tiene en el barrio lagunero de Los Andenes, pero Jennifer sigue esperando con Hugo ya de alta.
Se encadena en la oficina de Visocan
Este jueves, Jennifer, harta de esperar, se encadenó en las oficinas de Visocan en Gran Canaria. La reacción fue inmediata, pues la empresa pública se ha comprometido a cerrar el contrato de arrendamiento y entregarle las llaves del piso en Tenerife aunque tenga que trasladarse alguien a Gran Canaria personalmente, tal y como ha adelantado Televisión Canaria.
No obstante, el método de entrega no se ha concretado aún, aunque exista la posibilidad de hacerlo presencialmente.