Cuando Neil Armstrong estaba pisando la luna había una estación de la NASA esperando para recibir sus primeras palabras: "Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad", dijo el astronauta, o eso parece, porque lo que ocurrió cuando dijo su primera frase es que hubo una cadena humana que intentó transmitir su lema desde Canarias hasta Inglaterra —y sin móviles de por medio—.
Eso pasó el 21 de julio de 1969, cuando el astronauta habló por primera vez desde la luna y lo escucharon en primicia en Maspalomas, en Gran Canaria, donde se encuentra una de las estaciones más relevantes que ha participado en misiones como Mercury, Gemini y Apolo.
El telefonillo
Cuando Armstrong se comunicó la señal llegó al sur de Gran Canaria y una vez allí, se distribuyó por línea telefónica a Las Palmas de Gran Canaria y posteriormente a Inglaterra en onda corta.
Todo un paseo de esas primeras palabras que marcaron un antes y un después en el curso de la historia, la primera vez que el hombre pisaba la luna.
La estación
La estación de Maspalomas se construyó en los años 60 y estuvo preparada para formar parte de la misión lunar del 69. En ese momento se encargó de seguir el ritmo cardíaco de los astronautas cuando descendían por la escalera para pisar la superficie de la gran masa que compone la luna.
Una década después se reabrió por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial y a día de hoy juega un papel importante no solo para la NASA, también para la ESA y JAXA, procesando archivos e imágenes adquiridas de los satélites que vigilan la Tierra.
La última misión
En 2020 se asistió desde la estación de Maspalomas a la misión china de retorno de muestras de la Luna Chang'e 5.
En esa misión consiguieron traer dos kilos de muestras del suelo y también de rocas lunares en diciembre de 2020. Sin duda alguna Maspalomas ha formado parte de los grandes inicios del conocimiento espacial y quedará para la eternidad como la primera estación en recibir la señal de Armstrong.