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Sociedad

Las lluvias alivian al campo tinerfeño, pero no lo suficiente

Las precipitaciones no fueron suficientes en comparación a lo que se necesita en esta época del año.

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Un suelo agrario afectado por la sequía en Tenerife, Canarias. / ATLÁNTICO HOY

En plena declaración de emergencia por sequía extrema en Tenerife, la DANA dio un respiro a los campos de la isla gracias a las precipitaciones que han caído durante estos días. A pesar de ello, no es suficiente en comparación a lo que se necesita en esta época del año. 

Tenerife ha pasado por uno de los inviernos más secos de la historia, con un inicio de primavera que nos regaló la tan esperada lluvia y con unos datos preocupantes en cuanto a la falta de precipitaciones que se llevan dando desde el año 2016. En general, Canarias se ha enfrentado al invierno más seco y cálido desde que se tienen datos con una temperatura media de 17,7º y 2,5º de anomalía. 

En cuanto a las precipitaciones, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ya anunciaba que en enero llovió solo un 13% mientras que en febrero un 23%. A pesar de que el año hidrológico empezó en octubre, ha llovido un 41% menos de lo esperado. Todo ello en periodo de crisis para el campo canario, especialmente para el tinerfeño, que según recoge Efe la isla consume hasta 200 hectómetros cúbicos de agua al año, una cifra de la que el 50% se lo lleva la agricultura. Por ello, esa declaración de emergencia viene dada no solo por la anomalía térmica o el déficit de precipitaciones, sino también de infraestructuras. 

Situación "muy mala" 

Sin duda, Tenerife parte de un situación de sequía muy mala. Según los datos del propio Cabildo, las precipitaciones han bajado en las estaciones entre un 15 y un 40 por ciento, haciendo que el agua para los cultivos también haya disminuido hasta un 30%. A finales de febrero, las balsas de BALTEN se encontraban a poco más de un 34% cuando el año pasado, por la misma fecha, alcanzaban un 52%. 

Las lluvias de estas últimas jornadas dejaron precipitaciones significativas en varias zonas de la isla, sobre todo en el norte. "Las lluvias han aliviado un poco pero evidentemente no es nada suficiente, porque es necesario que lleguen más episodios de precipitaciones antes del verano", explica a este medio el secretario general de Asaga, Theo Hernando. 

En este sentido ha señalado la importancia de que las temperaturas hayan vuelto a las acordes a esta época. "La demanda vuelve a ser la habitual, tanto en la agricultura como en abasto humano, de forma que los excedentes de las aguas subterráneas, desalación y regeneración se puedan almacenar en las balsas, ya que estas no se llenan por las lluvias sino por otras fuentes hídricas", subrayó. Por ello insistió en que las temperaturas también son un factor importante para el desarrollo vegetativo de los cultivos, por lo que desde la asociación esperan que "se regulen para no tener tantos problemas como en el 2023, con las papas o el plátano". 

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