Más de 400 cirujanos se dan cita en Las Palmas de Gran Canaria para compartir soluciones y avances en el tratamiento de la obesidad. El Palacio de Congresos acoge el XXIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO), con la colaboración de la sección de obesidad de la Asociación Española de Cirujanos (AEC). Con este evento se trata de abordar la patología desde una perspectiva multidisciplinar y difundir las propuestas y avances nacional e internacionalmente.
Para la jornada inaugural de la edición, participaron en una rueda de prensa el Dr. Andrés Sánchez Pernaute, presidente de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO), el Dr. Amador García Ruiz, vicepresidente de la misma y la Dra. Asunción Acosta Mérida, presidenta del Congreso Nacional SECO Las Palmas 2023 y jefa de la Unidad de Cirugía de la Obesidad del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín.
Avances tecnológicos
En los tratamientos que se presentan durante el congreso, la doctora Acosta resalta la cirugía robótica, que ha supuesto un adelanto desde el punto de vista quirúrgico. Este tipo de cirugía constituye avances en seguridad y tecnología, ya que es mínimamente invasiva. La cirujana destaca las mejoras que aporta a los especialistas, como una mayor visión, control y estabilidad, contribuyendo también a un menor cansancio. Esto, en consecuencia, conlleva a una mejoría para el paciente. A pesar de que “la cirugía robótica ha venido para quedarse”, en palabras de Acosta, “su implantación es muy lenta debido a su coste”, puntualiza.
Las intervenciones contra la obesidad son uno de los motivos principales del turismo sanitario según los cirujanos. Para el doctor García las razones principales de esta decisión se basan en las condiciones económicas y la lentitud de espera en la sanidad pública para acceder a este tipo de tratamientos. Aseguran que no dudan de la calidad de los especialistas de otros países, como es el caso de Turquía. Sin embargo, García atestigua que el seguimiento de los pacientes es necesario y no se puede llevar a cabo en intervenciones fuera de España.
Mucha lista de espera y pocos pacientes
Como menciona el vicepresidente de SECO, la población decide viajar a otros países por la lentitud de la sanidad pública. Esto se debe a que la lista de espera para cirugía bariátrica no está considerada prioritaria. Por ello, la media de los periodos de espera para acceder a una intervención de este estilo asciende a los cuatro años. “El tiempo de espera comienza desde la primera consulta con la evaluación preoperatoria hasta que el paciente es intervenido”, explica García. Por su parte, el doctor Sánchez ejemplifica lo expuesto desde su experiencia, puesto que en el hospital en el que trabaja, se están comenzando a operar a pacientes inscritos en lista desde 2018.
Según el presidente de la sociedad, en España se realizan entre 8000 y 12000 cirugías de obesidad al año. En el caso de Canarias, Acosta comenta que los datos son variables, sobre todo después de la pandemia. El número de operaciones va aumentando, dada la predisposición de los pacientes. Los avances en las intervenciones han significado un gran descenso de la mortalidad. Sánchez asegura que el riesgo actual es entre 0,02% y 0,05%, es decir, 1 de cada 500 intervenidos. Las operaciones contabilizadas en el archipiélago, entre los hospitales de Tenerife y Gran Canaria, hacen una media de 80 a 100 procedimientos al año. No obstante, el cirujano resalta que esto supone solo el 1% de los pacientes.
Prevención y formación
Los adolescentes también son considerados candidatos a las cirugías de la obesidad. “Está demostrado que el adolescente va a lograr mayores beneficios. Cuando ha desarrollado diabetes o hipertensión por obesidad precisa de la cirugía más que un adulto, ya que su respuesta a los tratamientos conservadores es peor”, aclara Sánchez.
En cuanto a los niños, se estima que en Canarias el 15% padece obesidad infantil. Acosta expone que hay un fallo en la prevención, detección y acompañamiento de esta patología. Por esta razón, propone una mayor implicación desde las familias y colegios, aumentando la concienciación desde las medidas dietéticas y el ejercicio físico, sin olvidar que también puede tratarse de un componente genético. “Los padres tienen que ser conscientes de la atención médica precisa y no retrasar la cirugía si es necesaria”, concluye.
Desde SECO, tratan de desmitificar los riesgos y mitos negativos que tiene la cirugía, entre ellos la seguridad y las tasas de mortalidad. La entidad promueve que todos los cirujanos con interés en la obesidad se informen de manera adecuada. Por ello, ofrecen un programa de formación con el que se pretende que los cirujanos se formen secuencialmente y creen equipos multidisciplinares con otros profesionales, como en endocrinólogos, nutricionistas. “Estos equipos consiguen una certificación con el paso del tiempo que garantiza que los pacientes obtengan un tratamiento seguro”, concluye Sánchez.