Investigadores del Hospital del Mar y de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) han demostrado que las vacunas basadas en el ARN mensajero -
Pfizer y Moderna- ya preparadas en jeringuillas para inyectarlas se pueden transportar en un vehículo hasta durante tres horas porque no se estropean con el movimiento, como se creía hasta ahora.El estudio revela que el ARN mensajero de estas vacunas se mantiene estable durante, como mínimo, tres horas, en unas condiciones de movimiento similares a las de una carretera normal y a temperatura ambiente.Este hecho, según los investigadores, puede facilitar la estrategia de vacunación masiva, sobre todo en zonas rurales, ya que se podrán preparar las dosis antes de transportarlas a los puntos de vacunación más remotos y con menos infraestructura sanitaria.
Prueba de estrés a jeringas
El trabajo ha sometido a pruebas de estrés a jeringas preparadas de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna, y ha demostrado que el vector que utilizan, el ARN mensajero, se mantiene íntegro a pesar del movimiento.El trabajo, que publica la revista '
Clinical Microbiology and Infection', puede resolver uno de los principales cuellos de botella de las campañas de vacunación, que es el transporte de las dosis, que se tiene que hacer en unas condiciones concretas, y la preparación de las jeringas, que ahora se hace en el mismo punto de vacunación.Hasta ahora estas vacunas se tienen que transportar intentando no hacer ningún movimiento brusco con ellas para evitar afectar al vector que utilizan, que, en el caso de las vacunas de Pfizer BioNTech y Moderna, son moléculas de ARN mensajero.La investigación, llevada a cabo por el Servicio de Farmacia del Hospital del Mar y el Grupo de Investigación en
Neurofarmacología-Neurophar de la UPF, nació de la experiencia del Hospital del Mar en la distribución de las vacunas que se inyectaban a los profesionales sanitarios al inicio de la campaña de vacunación, el pasado mes de enero.