El miedo, el aislamiento, la incertidumbre y una sobreinformación constante y negativa ha traído una cuarta ola, la de los trastornos mentales, que ha triplicado la incidencia de los casos de depresión, cuadruplicado los de ansiedad y quintuplicado algunos casos de estrés postraumático.Son los datos expuestos durante el XXVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), celebrado en Palma, por el doctor Miguel García Escudero, quien ha alertado además del incremento de estos trastornos en la población joven y adolescente: "Estamos viendo una auténtica oleada en chicos y chicas", ha alertado.García Escudero, psiquiatra de la Unidad de Trastornos Bipolares del Hospital General y Universitario de Elche, ha notado un incremento de gestos autolesivos en las personas de una franja de edad que ya de por sí es muy problemática, en la que el suicidio es la segunda causa de muerte externa por detrás de los accidentes de trafico. Este aumento de las autolesiones como forma de paliar la ansiedad se debe a esas situaciones de aislamiento y las dificultades de acceso al contacto social que han padecido los más jóvenes durante la crisis sanitaria.
Una de cada cinco consultas al médico de familia son por salud mental
Como el resto de la población, acuden en primera instancia al médico de familia; una de cada cinco consultas en este nivel asistencial tiene que ver, de hecho, con problemas de salud mental y, aunque están más que capacitados para atender estos casos porque son cuadros leve-moderados, les
falta el tiempo necesario que requieren patologías de este tipo.Desde que acuden a consulta hasta que finalmente son derivados y tratados por los servicios de salud mental p
ueden pasar de 2 a 4 semanas. No obstante, García Escudero tranquiliza: "Cuando un médico de Atención Primaria se enfrenta a un caso que requiere atención urgente, se ve urgente".
La pandemia no va a hacer otra cosa que disparar más casos relacionados con la depresión y la ansiedad; es lo que se ha venido llamando la cuarta ola, la de los trastornos mentales que, ha vaticinado este experto, "va a ser un tsunami" y permanecerá durante un largo tiempo. Aún "es pronto" para saber con certeza el alcance de esta cuarta ola, varios estudios apuntan a que la prevalencia de depresión es tres veces más elevada, la de la ansiedad, cuatro veces más, y cinco en el caso del trastorno por estrés postraumático que antes de la pandemia; también han aumentado el insomnio y el distrés psicológico.Como consecuencia,
aumentará la prescripción de antidepresivos. "El autoconsumo es más raro: este tipo de fármacos tienen un control y la población tiene todavía un respeto al uso de estos medicamentos".
El papel difícil de la Atención Primaria
Durante la jornada de hoy, varios expertos han abordado también el difícil papel de la Atención Primaria en esta pandemia: de los más de 3,7 millones de contagios, un 87 % fueron diagnosticados, atendidos o seguidos por estos profesionales. Una cifra que demuestra el gran papel de contención que han hecho sin el que el sistema hospitalario "habría hecho 'crack'", ha asegurado el portavoz de la SEMG Lorenzo Armenteros. "Estamos siendo los grandes desconocidos de esta pandemia", ha lamentado el doctor, pese a que han "trabajado todos los días de la semana, suprimido descansos, incrementado guardias", y lo han hecho "callados porque era lo que tocaba", pero con un "nivel de hartazgo y olvido muy grande".Isabel Orlandis, médico de familia en Andratx (Mallorca) ha recordado la dureza de su experiencia al inicio de la crisis, "sin mascarillas, ni epis, con bolsas de basura, los monos de fumigar que nos facilitaron empresas de jardinería...". Pese a ello, no han "dejado de atender a los pacientes en ningún momento, y todo el que ha requerido nuestra asistencia la ha tenido", ha asegurado la doctora.Orlandis reconoce que, inevitablemente, se han tenido que desatender otras patologías y a algunas de ellas no se ha llegado a tiempo: "
hemos encontrado con pacientes que han pasado un infarto en su casa, o bultitos en la mama que se ha convertido en un tumor en un estado muy avanzado".La doctora celebra que hayan vuelto las consultas presenciales: "los médicos de familia no somos telefonistas". "Hemos asumido que no quedaba otra, pero ahora los pacientes ya pueden pedir cita, estamos manteniendo la distancia y medidas de protección y los pacientes nos agradecen poder volver", ha concluido.