La colada de lava que emerge de la erupción volcánica de La Palma ha llegado al mar durante la noche de este martes y ha formado un pequeño delta en una zona de acantilados en la costa de Tazacorte. La situación de la nube de dióxido de azufre formada tras el contacto de la lava con el mar preocupa ahora a los expertos, que recomiendan a la población no acercarse a la zona. La situación actual de la lava en el mar se puede conocer gracias a las imágenes facilitadas por el buque del Instituto Español de Oceanografía Ramón Margalef, que a primeras horas de este miércoles publicaba un vídeo donde se distinguía el delta de lava que ha formado la lava durante la noche.
Llegada al mar de la lava
La lava ha ido cayendo de forma lenta a lo largo de la noche. En las últimas horas del martes lo único que se ha podido ver a lo lejos son piedras candentes que caían al mar, según la retransmisión que realizó la Televisión Canaria desde un barco y las imágenes facilitadas desde el buque. Ha caído al mar desde una altura de unos cien metros por un acantilado situado en las cercanías de la playa El Guirre, en Tazacorte.
Evacuación
Momentos antes de que la lava llegara al mar, pasadas las 11 de la noche del martes, se había evacuado la zona del puerto de Tazacorte, en el que se congregaban, entre otros numerosos periodistas, que se han desplazado hasta el mirador de la montaña El Time. Desde allí se divisa desde la lejanía la caída de la lava por el acantilado situado ligeramente al norte del lugar donde cayeron las coladas de lava del volcán de San Juan en 1949. Tras el parón del lunes en la erupción volcánica, el magma, según han explicado los especialistas, ha emergido de zonas más profundas por lo que la lava está más caliente y se ha desplazado con mayor rapidez, especialmente en los últimos metros. La llegada de la lava se produjo en el noveno día de la erupción volcánica de Cumbre Vieja y el impulso definitivo una colada de lava que se formó hace 28 horas.
No acercarse a la lava
Los vulcanólogos han advertido estos días a la población de que no se acerque al río de lava cuando entre en contacto con el agua del mar porque pueden producirse nuevas explosiones y también intensificarse el humo que lleva sustancias tóxicas para los ojos, los pulmones y la piel. No obstante, han aclarado que la afección se produce dentro de la zona de exclusión de dos kilómetros y los cuatro núcleos poblacionales más cercanos están confinados.