La joya de la corona

ENTRE BOTAS Y CHOLAS| De arena negra, caliente y brillante, hoy nos vamos a dar un baño en una de las playas favoritas de los chicharreros

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Se acabaron las vacaciones y quedan ya unos pocos días para que la estación de verano se despida del 2018. En esta sección de Entre Botas y Cholas, desde donde damos las gracias a todos nuestros lectores por haberla recibido tan bien a lo largo de la estación estival, hemos hablado sobre senderos y pequeños escondites donde poder irse uno a bañar a lo largo de la costa chicharrera.

Charcos y piscinas naturales, alejadas de las playas más grandes y con más afluencia, que seguro que más de uno ha ido a disfrutar siguiendo nuestros consejos. Sin embargo, hoy ampliamos un poco las miras para recomendar la joya de la corona (para muchos, que no todos) de Tenerife antes de que acabe el verano. Una joya de arena negra, olas, roques… y empujada por las montañas de Anaga. Estamos hablando, como no, de la playa de Benijo.

Dudo que un solo lector de AtlánticoHoy no haya oído hablar nunca de este paraíso costero. Otra cosa ya es haber podido ir. Por eso, desde este medio digital canario, queremos tratar de convencer a los que aún dudan en ir o compartir los gustos con los habituales bañistas de la playa.

Enclavada en la costa del Parque Rural de Anaga, Benijo es la última de las tres playas de la zona con acceso por carretera, tras Roque de Las Bodegas y Almáciga. (Más allá de Benijo queda la playa de Antequera, a la que solo se puede llegar andando o en transporte marítimo). A pesar de ser uno de los parajes preferidos de los tinerfeños, siempre encontrarás espacios para tumbarte y, salvo días puntuales y señalados del año, no encontrarás aglomeraciones. Quizá porque es eso, conocida más en el ámbito chicharrero y no tanto por los turistas.

También puede ser por su particular acceso, en el que hay que descender largas escaleras de madera, después de serpentear por las carreteras de Anaga o, quizá, por el respeto que impone un revoltoso mar y sus corrientes.Sea como fuere, acostarse sobre la arena de la playa de Benijo inspira tranquilidad, relajación y mucha canariedad.



El Roque Benijo y el Roque La Rapadura hacen de vigilantes entrados en el mar, provocando un paisaje único, que gana enteros si se disfruta desde lo alto del pueblo, de los restaurantes o, simplemente, durante el descenso a la arena.

En cuanto a su practicidad, sus largas escaleras que bajan hacen el recorrido algo más costoso de lo normal y, obviamente, te las encontrarás de vuelta en ascenso, por lo que si se tiene problemas de movilidad o de ejercicio físico, lo mejor es quedarse en las otras playas anteriormente mencionadas previas a las de Benijo. Esa idea de convertirse en un escondite por su poco sencillo acceso, aconseja que vayas con tiempo para disfrutar de la playa, pues una vez que subas, ese día, no creo que regreses a la playa por el tiempo de acceso.

Si se quiere disfrutar en plenitud, lo más interesante es saber con antelación la hora de la bajamar, pues así la playa muestra todo su esplendor salvaje, dejando mucho más espacio a los bañistas para su descanso o actividad deportiva.

Hay que tener precaución con las corrientes de esta playa y de toda la zona, aunque con el mínimo sentido común se puede gozar de una jornada de playa inimitable.

Hay que tener en cuenta que por su orientación, muchos la catalogan como ‘playa de tarde’, por aquello de disfrutar de un atardecer que enamora. La caída del sol en combinación con el paisaje  costero, se une en ocasiones con las nubes vespertinas para mostrar una gama de colores que invitan a no irse.

Por último, restaurantes como El Mirador, Casa Paca o El Frontón puede ayudarte a la hora de comer desde su altura con preciosas vistas, y también con el aparcamiento… En temporada alta, a pesar de que nunca se llega a llenar la playa, puede costar aparcar, por lo complicado de la localización del inicio del camino.

Si no quieres almorzar en uno de los varios restaurantes, no dudes en llevarte tu alimento, pero sobra decir que debes recogerlo todo para dejar esta joya de la corona que refleje su negra arena con todo le resplandor.


Datos de interés
  • Ubicación: Taganana, Santa Cruz de Tenerife. 
  • Longitud: 300 metros.
  • Anchura: 30 metros.
  • Composición: Arena negra.  
  • Formas de acceso: A pie (a través de un sendero con escaleras). 
  • Acceso para discapacitados: No. 
  • Tipo de playa: Aislada. 
  • Servicios: Papeleras y servicio de limpieza. 
  • Aparcamiento: Sí (menos de 50 plazas). 
  • Autobús: Sí (interurbano). 

Fuente: www.webtenerife.es