La directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, ha dicho este jueves 23 tras reunirse el comité del Plan de Emergencias Volcánicas (Pevolca) que la lava que emana del volcán de La Palma aminora su velocidad a unos 4 metros por hora según la última estimación, aunque ello no signifique que el proceso eruptivo haya decrecido.Además, una de las dos coladas, la que alcanzó el barrio de Todoque, sigue ensanchando su frente y ya supera los 500 metros.Esta ralentización de la colada, que en algunos puntos alcanza alturas de doce metros, se debe a que "cada vez le cuesta más avanzar" porque va perdiendo temperatura según se aleja del cono, y porque tiene que ir atravesando el "gran volumen" de material ya depositado, que además se ha enfriado en superficie.Blanco ha abundado en que el centro de emisión de lava "sigue siendo el mismo", aunque no ha descartado que puedan surgir nuevas bocas del volcán.En base a la velocidad actual y a las tasas de emisión medidas, ha dudado de que la lava llegue hoy o mañana al mar, pues ello depende de otros factores como la temperatura, la fluidez y la topografía, que en estos momentos considera un factor predominante.