Carles Caparrós, conocido popularmente como Korah, y con casi dos millones de seguidores en YouTube, estará en el Tenerife GG que se celebra a partir de este 12 de julio y hasta el 17 del mismo mes. Una presencia que demuestra la calidad de un evento centrado en los videojuegos, pero que da cabida a otras actividades que se mueven en el sector del streaming y las redes sociales.
Es el caso del valenciano Korah, con más de diez años generando contenido en internet y que dio el salto al conocimiento popular gracias a sus doblajes virales, ya que nuestro protagonista se ha dedicado gran parte de su vida profesional al doblaje (en el canal autonómico de la Comunidad Valenciana, hasta su cierre), si bien ha reconocido en una entrevista a Atlántico Hoy que ya no se ve “haciendo vocecitas durante muchos años más”.
Korah en Tenerife GG
No obstante, el doblaje será una de las actividades que Korah ofrecerá a los asistentes a Tenerife GG. “haremos algunos doblajes en directo y aprovechare a enseñar cómo los hago e invitaré a la gente del público a que participe para que vea que no es tan fácil o difícil según se le dé a cada uno”.
Además, confirmó que también participará en una mesa redonda y finalizará la temporada de su reconocido podcast ‘Teníamos un buen nombre’ junto a dos amigos, y lo harán en directo.
"No hace falta poner nombre a lo que hago"
Korah, que odia la palabra influencer, cree que lo mejor que define su labor es ‘creador de contenido’, pero realmente no sabe lo que es y valora que tampoco es necesario saberlo. “Yo sé lo que hago y la gente sabe lo que hago y quien me quiera contratar para ciertas cosas sabe si le sirvo o no. No hace falta ponerle un nombre a lo que hago”, reflexiona.
Dentro del contexto central del Tenerife GG, expone que no hará nada relacionado con los videojuegos “porque ni compito ni soy una figura destacada”. Sin embargo, resalta que ha jugado a videojuegos “toda la vida”, pero en YouTube no lo plasmaba tanto. “A la gente le gusta ver a personas buenas jugando a videojuegos, pero en el fondo lo que quiere es estar con esa persona jugando al videojuego. Da igual si eres bueno o profesional”, añade antes de contextualizar que no se le da especialmente bien ningún videojuego, pero juega “a que la gente esté pasándose el juego conmigo, charlemos… Esto también tiene cabida en Twitch, no hay que ser un ‘pro gamer’ de la hostia”.
Un año en Twitch
Habla de Twitch porque es, desde hace más de un año, la plataforma a la que casi dedica todo su tiempo en el que está en internet. “Fue como abrir una ventana a una habitación que estaba cerrada. Aire nuevo y limpio”, comparte. “Una plataforma diferente, con sus errores, y a la que critico también en muchas cosas, pero en la que ahora estoy viviendo un momento dulce”, agrega la que es la voz de José Luis, su personaje en el actual y exitoso London Eye, una experiencia rol bajo el paraguas del juego Grand Theft Auto. “Es una maravilla, porque me lo paso súper bien, he coincidido en un grupo con muy buen rollo y generando situaciones prácticamente todos los días”.
Una plataforma, la de Twitch, que Korah cree que vive una burbuja de la que tendrá que bajar, pero que mientras dure, “pues disfrutando”. Y cuando acabe Twitch, “a otra cosa. El asunto es no parar de encontrar tu sitio y lo que te gusta hacer y potenciarlo”.
Su desamor con YouTube
No sería la primera reinvención de Korah, pues a día de hoy reconoce estar en proceso de abandonar YouTube “inconscientemente desde hace mucho tiempo”. Así, expone que ha tenido una relación de amor odio con la plataforma de vídeos de Google. “Me ha dado mucho, pero también me ha frenado mucho. Nos ha tratado mal a los creadores y ha priorizado las marcas por encima de los creadores y ha sido su elección. Los youtubers para ello no somos nada y nos lo ha demostrado durante año cambiando normas y tomando muchas decisiones que lo único que hacía era perjudicarnos”, sostiene Carles Caparrós.
Además, confiesa sentirse más cómodo haciendo directos (Twitch) que edición (YouTube), “porque editar contenido lleva mucho tiempo y mucho esfuerzo y Twitch es encender la cámara, darle al directo y empezar a hablar, jugar o generar contenido sin pasar por filtros ni edición. Mucho más rápido, fácil y mejor, porque tienes contacto directo con la audiencia”.
Ganarse la vida
Sin embargo, ¿está siendo un riesgo esta transición cuando ‘El canal de Korah’ en YouTube tiene casi dos millones de seguidores -que no suscriptores- y KorahFF en Twitch bordea los 30.000? “Si mis ingresos dependieran solo de Twitch, no, pero si lo hicieran solo de YouTube, ya tampoco. Yo he podido llegar a vivir solo de YouTube cuando mi canal funcionaba, que ya está medio muerto. El único dinero que ingreso de YouTube es el remanente, que es un pico bastante decente, pero no es un sueldo. Otras cosas son las campañas puntuales que vengan. Los youtubers viven de las campañas, no de las visitas”, argumenta.
Asimismo, reconoce que su suerte y problema a la vez es que sus ingresos están diversificados: “De Twitch, de YouTube, de hacer locuciones y de una colaboración que hago en la radio semanal. Me da para vivir. Si se van cayendo tendré que buscarme la vida”.
Retirada frente a la cámara
Mirando hacia el futuro, a Caparrós le gustaría verse “bastante más pronto” en otro sitio, aunque en el mismo sector. “Llevo diez años creando contenidos para redes y eso aparte de disgustos con YouTube, me ha dado experiencia y conocimientos y eso me gustaría plasmarlo algún día”.
Así, confiesa que le gustaría trabajar para alguna agencia, con creadores de contenido más jóvenes, creando contenido de guion… “Me gustaría seguir trabajando en este mundo, pero ya no me veo haciendo vocecitas durante muchos años más la verdad”, se sincera.
No obstante, su presente -o futuro a cortísimo plazo- pasa por visitar Tenerife en lo que será su primera vez en Canarias y aprovechará tres días dentro en su agenda de trabajo para disfrutar de la Isla, aunque deja claro algo que seguramente no hará. “Soy súper friolero con el agua, así que no creo ni que me bañe. Incluso el mediterráneo esta frio para mí", finaliza el valenciano.