El Juzgado impone 90 días de trabajos al hombre cuya pareja pidió auxilio con papelitos

La Policía Local de La Laguna liberaba el pasado miércoles a una mujer que llevaba un mes presuntamente retenida por un hombre, situación de la que fue alertada una vecina a la que mandaba papelitos pidiendo auxilio.

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Imagen exterior de los juzgados en Santa Cruz de Tenerife. / GOBIERNO DE CANARIAS
Imagen exterior de los juzgados en Santa Cruz de Tenerife. / GOBIERNO DE CANARIAS

El pasado miércoles, la Policía Local de La Laguna liberaba a una mujer que llevaba un mes presuntamente retenida por un hombre, situación de la que fue alertada una vecina a la que mandaba papelitos pidiendo auxilio.

Ahora, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Santa Cruz de Tenerife ha impuesto una pena de 90 días de trabajos en beneficio de la comunidad al hombre por los delitos de amenazas y coacciones en el ámbito de la violencia de género. También se le impuso una orden de alejamiento durante ocho meses por cada uno de los dos delitos por los que ha sido condenado.

Alertó a una vecina

El inspector de la Policía Local de La Laguna José Javier López, explicaba el pasado miércoles que los hechos ocurrieron sobre las 11:30 horas, cuando una vecina alertó de que había recibido unos papelitos de una mujer pidiendo auxilio. Los agentes acudieron a la vivienda señalada y se encontraron con un hombre, que alegaba que no ocurría nada, y una mujer que comenzó a contar que llevaba un mes retenida desde que llegó de Cuba, que el hombre le había quitado el pasaporte y que presuntamente le había causado malos tratos de forma reiterada.

El hombre fue detenido y ha pasado a disposición judicial mientras que la mujer ha recibido atención en el centro de salud de la localidad. La sentencia recoge así los hechos probados "que ambos mantuvieron una discusión entre el 9 y el 10 de mayo pasados, en el transcurso de la cuál él le dijo que le iba a arrancar la cabeza, expresión que repitió en una videollamada a la madre de su pareja". 

De igual forma apunta que el 7 de junio por la mañana "con el ánimo de doblegar la voluntad de la mujer, la sacó de la cama en pijama y la llevó agarrada hasta la calle al tiempo que le decía "Vamos, para que veas lo que yo trabajo por los dos", la introdujo por la fuerza en su coche y le arrebató el móvil cuando la víctima intentaba contarle lo sucedido a la expareja del procesado". 

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