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Sociedad

Pierde el juicio la turista que reclamó a TUI 112.620 libras por caerse en un hotel en La Palma

La jueza instructora del caso considera que no está suficientemente probado que el motivo de la caída fuese un charco en el suelo del hotel, como afirmaba la demandante

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Karen Carey, la turista demandante, caminando con un andador. A la derecha, el hotel Taburiente Playa donde se cayó./ Montaje AH

La turista británica de 64 años que demandó a TUI por 112.620 libras esterlinas tras alegar que se había roto el tobillo al resbalar en un charco en un hotel de La Palma ha perdido el juicio y, así, la indemnización reclamada después de que la jueza dictaminara que un "culo mojado" (la mujer alegó haberse dado cuenta de que había un charco al sentir posteriormente sus pantalones mojados por la parte trasera) no era prueba suficiente de que existiera dicho charco, según informó el diario digital británico Mail Online el pasado 12 de julio. 

Karen Carey se ropió el tobillo mientras ella y su marido Peter desayunaban en el hotel H10 Taburiente Playa de La Palma hace seis años. Carey cayó de espaldas después de que se le deslizaran los pies mientras caminaba hacia la barra del bar. La fractura, según argumentó ante el tribunal del Condado de Londres, tuvo un efecto catastrófico en su vida y en su carrera, ya que le produce dolor crónico y limita drásticamente su movilidad hasta el punto de que se vio obligada a dejar su trabajo.

Carey admitió no saber cómo resbaló

Por estos hechos, Karen Carey demandó al gigante turístico TUI por 112.620 libras esterlinas. Sin embargo, la jueza Heather Baucher ha desestimado su demanda, diciendo que no ha dado suficientes detalles sobre cómo se resbaló para determinar una sentencia de negligencia por parte de TUI.

De hecho, en su declaración, la mujer admitió a la magistrada que no sabía exactamente cómo había resbalado, pero que debía de haber un charco de zumo o de agua en el suelo porque "tenía el culo mojado" después de la caída. Al desestimar el caso, la jueza afirmó que Carey "simplemente no tiene ni idea de con qué se resbaló, si es que se resbaló". Baucher añade en su auto que "los pantalones de Carey podrían estar mojados por cualquier motivo y eso no es suficiente para determinar la responsabilidad [de TUI]".

La carga de la prueba recae sobre la demandante

Durante el juicio, el equipo legal de TUI negó toda responsabilidad por la caida de la turista. Además, los abogados del gigante turístico negaron que se hubiera derramado ningún líquido en el suelo, que, según ellos, era limpiado de forma habitual por el personal del hotel. También afirmaron que la culpa era de ella por ir a desayunar descalza.

Con todos los hechos sobre la mesa, la jueza concluyó que "la carga de la prueba de que había algo en el suelo que la hizo resbalar recae sobre la demandante, y esa carga no se ha cumplido. Es triste que la demandante se cayera con un impacto tan devastador durante este accidente, pero eso es lo que fue, un accidente. Espero que la señora Carey pueda ahora encontrar una forma de seguir adelante". 

Las costas del juicio recaen sobre la demandante, aunque hasta que el juzgado londinense no emita una orden de pago -algo que no ha hecho-, Karen Carey no tendrá que pagar nada.