Jorge Díaz, entre los arquitectos emergentes de Europa: "Estamos con quienes admiramos"

Entrevista concedida a Atlántico Hoy por una de las voces más prometedoras de la nueva generación del sector arquitectónico de Canarias

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El arquitecto tinerfeño Jorge Díaz, en su despacho / AH / BELA CABRERA
El arquitecto tinerfeño Jorge Díaz, en su despacho / AH / BELA CABRERA

El despacho Jorge Díaz Estudio | Architecture &Land scape, liderado por el arquitecto tinerfeño Jorge Díaz, ha sido seleccionado por el jurado del New Generations of Emerging Architects como uno de los 150 equipos emergentes (menos de 40 años) más representativos de la nueva arquitectura que se realiza en nuestro país.

Formado en la Escuela Politécnica de Barcelona, Díaz se ha formado y ha colaborado con importantes estudios de arquitectura en ciudades como Barcelona, Lisboa, París o Rennes, antes de iniciar su andadura en solitario en su isla, Tenerife, cunado regresó por última vez en 2019.

Una sorpresa

Lo había ya en varias ocasiones, pero en los albores de la pandemia, decidió dar un paso adelante y formó su propio equipo. Apenas un lustro después, el reconocimiento le ha llegado de manera internacional. “Fue toda una sorpresa”, reconoce Jorge Díaz en una entrevista concedida a Atlántico Hoy. “Estamos en un lista donde están los despachos que admiramos de gente joven”, añade.

Asimismo, explica que no es que posean “una obra muy amplia, pero si la proyección”. Su equipo tiene sus referentes “dentro y fuera de las islas”, pero a veces “es importante dar a conocer este tipo de cosas, porque puede motivar a otras personas a dedicarse a la arquitectura o montar su estudio”.

Además, comparte su felicidad, porque “otros colegas de Gran Canaria estén también” entre los 150 estudios más emergentes: Fernando Molina Arquitectura, à la sauvette y cli·ma arquitectura.

Características del estudio

Sobre las principales cualidades diferenciadoras de su estudio, especializado en paisajismo además de otras ramas del sector, Díaz señala que “la formación de cada uno influye” y especifica que su despacho se caracteriza, por un lado, “en el esfuerzo que cada proyecto sea diferente, es decir, dar una respuesta especifica a cada cliente y lugar”.

El arquitecto tinerfeño lo aclara afirmando que “lo primero es el conocimiento y entendimiento del lugar. No vamos con un producto prefabricado y entender el sitio es mucho esfuerzo”.

Otro aspecto singular de su negocio es que trabajan con la tradición. “Tanto la cultural del lugar, como la constructiva. Que los trabajos sean ejecutables de manera sencilla y con el personal del sitio donde trabajamos. Dejamos que esas personas nos enseñen”, expone.

“También intentamos aportar una nueva lectura de la arquitectura contemporánea desde nuestro lugar. Es, desde el ámbito de las islas, aportar un pasito más y entender que estamos construyendo en un momento concreto y, por lo tanto, dar una lectura más contemporánea a lo que hacemos”, argumenta Jorge Díaz.

El arquitecto Jorge Díaz en su estudio / AH / BELA CABRERA
El arquitecto Jorge Díaz en su estudio / AH / BELA CABRERA

Futuro

Reconocido ya como un estudio emergente, Díaz comparte que de vistas al futuro trabaja en asentar varias líneas. “Tenemos concursos en la Península y en Francia, pero, sobre todo, lo fundamental es que tendemos a crecer, pero queremos que sea un crecimiento controlado para que los proyectos puedan estar siempre bajo nuestra tutela”, indica.

“No queremos un producto que pierda calidad y para eso crecemos poco a poco con una red de colaboradores para ir construyendo un equipo, formar una pequeña familia y que nos vayamos entendiendo antes de realizar cada proyecto. Crecer con pies de plomo”, agrega.

Sueños

Con respecto a los sueños que todo profesional aspira a lograr, el fundador del estudio Jorge Díaz sostiene que en su generación “el tipo de sueños se ha ido transformando”, pero afirma que de las cosas que más disfrutan es que cuando ofrecen algo, satisfaga al cliente. “Aspiramos a resolver bien las cosas. Aportando algo y haciendo feliz a la persona”, argumenta.

Asimismo, cree que “hace falta cultura de habitar los espacios”, ya que “no todo es arquitectura”. De hecho, explica que “solo el 10% de lo que venos construido es arquitectura”. Como sueño, confiesa que le gustaría que le estudio “se consolidase y poder seguir viviendo de esta profesión, que ya es un reto. Nos gustaría poder seguir haciendo proyectos públicos”.

Habla de proyectos como el de 2020, junto a Fernando Arocha y Deiene González, con quienes obtuvieron el primer premio en el concurso de ideas para la Rehabilitación del Castillo de San Andrés y su entorno de protección, actualmente a la espera de los informes administrativos pertinentes para su aprobación y posterior inicio de las obras.

“Era un concurso de ideas, que hoy en día casi no salen porque van por licitación, y era anónimo, así que dijimos que, si teníamos una oportunidad, es esta. Ganamos con más del doble de puntuación que el segundo”, comparte Díaz.

Otro de los concursos ganados fue el de las intervenciones en el Jardín Botánico de El Palmetum de Santa Cruz. En este caso, en colaboración con Equipo Olivares Arquitectos. “Tenía muchas gracias de hacer paisajes y ganamos dos de tres concursos que salieron”.

Talento canario

Por último, Jorge Díaz, que también fue gestor cultural del Colegio de Arquitectos de Tenerife durante algunos años, afirma que en Canarias “sin duda hay muchísimo talento”, pero reflexiona que “las condiciones que se dan en las islas muchas veces no son las más halagüeñas para que las personas decidan irse por el camino del estudio profesional”. En este sentido, cree que ese paso “debe ser muy vocacional”

Asimismo, se sorprende de que en Tenerife no haya mas estudios en este listado de estudios emergentes “porque hay compañeros que están trabajando súper bien. Y más jóvenes que yo”.

No obstante, señala con pesadumbre que en los últimos años se ha visto una merma en la creación de despachos nuevos. “Antiguamente, quien terminaba la carrera montaba un estudio. Hoy, la profesión se ha diversificado tanto que quien monta un estudio es un poco un loco. Hay muchísimo talento, no se esté promoviendo ese apoyo para que uno pueda avanzar con cierta seguridad”, finaliza.

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